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I Fought The Law

El último asalto a la Bastilla

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[...]Y sin embargo os digo que tenemos razón
y que vale la pena continuar
porque algo está ocurriendo
algo ha cambiado en este espeso ambiente:
ellos están cansados
también están cansados
gritan y cantan para no admitirlo
mas sus camisas mudan de color
y duermen mal
y toman pastillitas
ponen dinero en Berna o en Manila
y no saben no saben que el peligro
está cerca muy cerca
no en Cuba ni en Angola
sino en su casa en medio de sus hijos
en sus despachos y hasta en las iglesias
porque el mundo cambia
con el paso implacable de hombres como vosotros
que creen en la vida y que por eso
mueven el mundo sin pegar un tiro
mientras sea posible
o bien pegándolo.


J.A Goytisolo - Algo Sucede

Hace unos día que el No triunfó en el referéndum francés sobre el tratado constitucional europeo, conocido por los vecinos del norte como “Constitution Giscard”. Lo mayoritario de la participación y del resultado no alberga ningún lugar a dudas acerca del rechazo mayoritario francés hacia la construcción ultraliberal europea que se ha ido gestando estas dos últimas décadas. Pero no ha sido todo un camino de rosas. La intención de voto por el No ha sido variable a lo largo de estos últimos meses, y estabilizada en torno al 30%, un porcentaje similar al obtenido en Catalunya. Ha sido el trabajo constante desde la base, la información detallada -el número especial de L'Humanité que analizaba el tratado artículo a artículo fue un éxito de ventas- ,y de manera especial, un trabajo serio por parte de los medios de comunicación que han reflejado el verdadero debate: la Europa social, sí o no.
Hay datos sobre la participación que son ejemplificantes. El 60% de los menores de 25 años fueron a votar, el 80% de trajadores y asalariados también, y la participación fue del 70%, con una especial incidencia en barrios populares. Se trata, pues, de sectores abstencionistas, que no suelen votar, y que esta vez lo han hecho de forma decidida por el No. Son las regiones más castigadas por las deslocalizaciones, por el paro y por las políticas neoliberales las que han rechazado de forma más radical este tratado, con porcentajes incluso del 85%. El bloque de las fuerzas de izquierda, que inclye a disidencias de verdes y PS, además de la primera fuerza sindical y entidades sociales como Attac, han construido de forma más decisiva este voto negativo, al orientar el debate europeo sobre los asuntos sociales y los efectos del neoliberalismo, y no sobre cuestiones de chovinismo o del ingreso turco en la UE, que es el paupérrimo discurso esgrimido por los soberanistas o la extrema derecha. Los voceros de la prensa española no han tardado en resaltar este último dato, y han desenterrado otra vez ese recurso maniqueo de la pinza, tan triste y falso en otros tiempos, sin caer en que las fuerzas del Sí no dejan de ser heterogéneas, un auténtico matrimonio de conveniencia, o no. Muy mal rollo me da ver al fascista de Gianfranco Fini que defienda el mismo proyecto de Europa que el ex-rojo y ahora verde-light de Dani Cohn-Bendit. Atención a los medios españoles estos días, prometen editoriales del peor análisis político en años. Flaco favor si luego pretenden eirigirse en prensa más o menos independiente.
Es curioso reseñar cómo las élites políticas han salido a interpretar este resultado. Según sus parámetros, el resultado adverso a sus propuestas, sea por los medios que sea, no sirven. Cosa que no deberia sorprendernos, dado que lo es la primera vez que una decisión democrática es, a posteriori, pasada por el arco del triunfo de los intereses del gran capital. Es por eso que Giscard D'Estaign ya insinúa que deberá repetirse el referéndum, porque para eso sirve la democracia, para decidir lo que uno piensa por narices. Es ineludible, de la misma forma, la increíble irresponsabilidad en la que han caído los dirigentes europeos al no preveer qué hacer en caso de derrota. El plantear cualquier debate en términos de o yo, o el caos, es de un chantajismo intolerable por parte de unos señores que se erigen en paladines democráticos.El pírrico caso español, por contra, para ellos fue una fiesta de la Democracia y el europeísmo, cuando lo que ocurrió es que la inmensa mayoría de la población, al no saber qué era lo que se iba a votar, se abstuvo. Es evidente la relación directa entre esta actitud y la cada vez más alarmante opacidad, amarillismo y monolitismo de los medios españoles. “Si gana el No en Francia, Castilla la Mancha saldrá perjudicada” rezaba el otro día en portada el infra-diario gratuito Qué!. Dada la situación, no he visto a a José Bono sacando la divisón acorazada Brunete en dirección a La Junquera, ni he visto el caos y el armageddon por la calle esta mañana cuando fui a comprar el pan. Pero sí que he visto a los medios vinculados al PP y al PSOE, así como su intelectualidad, cómo, al igual que hace 200 años, gritaban Vivan las Caenas y se regodeaban de tener un rey tan estulto como Fernando VII. Otros, sin embargo, nos quedamos con las bellas imágenes de esa maravillosa noche en que la Plaza de la Bastilla se llenó de banderas rojas.

Escuchando: El último asalto a la Bastilla - Aviador Dro

3 comentarios

Nika -

Ya lo decia un profesor de economicas llamado Arcadi Oliveras en una de sus charlas, no hay porque preocuparse si se decide repetir el referendum, allí donde haya salido el NO, con un añito de manipulación en los medios de comunicación hay más que suficiente para amansar las fieras y convertirlas en corderitos.
Espero que se equivoque esta vez.

Xavi -

Muy fuertes los artículos y las noticias-editoriales (dios!) del diario El Pais. provocan lágrimas.
muy grave el querer imponer la voluntad de los gobernantes al querer repetir el referéndum, también.

Casi lo peor: la actitud, como bien ha dicho Toni, de "o yo o el caos" de la mayoria de políticos.

Y el diario "Què" de ese dia aún lo tengo en el escritorio, intentando descubrir en que coño se basan para poner ese titular.

canserra -

Queda claro que aún europa comienza en los pirineos.