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I Fought The Law

Know your enemy

Know your enemy

"Ojeate un poco ésto, que vas a flipar". Eso me dijo un colega del trabajo mientras me alargaba un libro que le obligan a zamparse como texto obligatorio en un máster de servicios culturales. Funky Business, su título. En la contraportada,  dos tiparrajos, jóvenes, calvorotas y con pinta de sentirse unos JASP escandinavos: sus nombres, Jonas Ridderstrale y Kjell Nordstom. Desde que ABBA salió al mercado Suecia no había dado tanto de qué hablar (perdón, nos olvidamos de Roxette). Por mi cabeza pasan grupos de música más famosos (Cardigans, The Hives) o de mayor calidad (Refused, The Hellacopters), aunque eso no es lo que más me llama la atención, dado que en pocos segundos lo abro y las tapas quedan olvidadas.

¿Y que me encuentro dentro? Introducción a cargo del super-lumbreras del thin tank neoliberal de moda, títulos y citas provocativos, y una estética...  equívoca, pero poco a poco caigo en que se trata de un chiste, de una apropiación de la iconografía de la izquierda revolucionaria para otros usos, y de paso para vaciarla de contenido y desactivarla. Marx tenía razón, afirman como pavos reales orgullosísimos de conocerse a sí mismos. Los trabajadores son propietarios de sus medios de producción, cada vez más el cerebro, por tanto las ideas y la innovación. Uau, así que el resto de elementos que intervienen en el proceso productivo social no están en manos privadas. Vaya, no divagues, Toni, y lee más. Economía revisionista, um, ok, así lo llamalo llaman. Innove, elimine jerarquías, transforme los trabajadores en colaboradores, hagan que se impliquen en su producto y cooperen, y usted se enriquecerá sin limites. Me falla lo último, si todos formamos parte del mismo barco y todos colaboramos, ¿porque no reparte usted beneficios entre todos al final de su ejercicio, señor capitalista-emprendedor-innovador? No hay que engañarse, en efecto esta parejita de suequitos JASP no se creen lo que decían del entrañable cuarto hermano Marx . La estética equívoca, pero ahora con menos lugar a dudas, sigue aderezando la lectura: Una foto de unos tipos con martillos reza: "Capitalismo über alles". No hay lugar a confusiones. Pero para entonces ya he descubierto otros capítulos que devoro sin compasión: son tan simplones que se leen hasta en diagonal. Entre este feto propagandístico del turboliberalismo, y el famoso Quién me ha quitado mi queso? tenemos más que herramientas de sobras para conocer a nuestro enemigo, al igual que los servicios de contrainsurgencia latinoamericanos y en la Escuela de las Américas se sabían el "Guerra de Guerrillas" del Ché de memoria.

No se dejen engañar ni la estética pseudo-wuming ni por el lenguaje enrollao pero culto a rebosar de tecnicismos aliñados con referencias a la cultura pop. Se trata de la biblia del rollo Ikea, de la nueva explotación, del currante feliz que se exprime mejor, del que ustedes me dirán que realiza un acto lícito, ¡y tanto! tan lícito como el que se suicida con fármacos en vez de con otros métodos para ahorrarse sufrimiento al morir. Si pueden leerlo -gratis, que para algo están los sofás en la FNAC- leánlo, pero nunca olviden de qué lado de la barricada se encuentran.

Escuchando: The Wait - Pretenders

1 comentario

brocco -

oiga! qué es éso de mentar a ABBA en vano??