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I Fought The Law

You're speaking my lenguage

You're speaking my lenguage

“Hacer el Müller significa dejar en evidencia al contrario en su propio papel, manifestando los prejuicios y deseos que no se atreve a decir. Hacer de Müller significa: disfrazarse para destapar al contrario”.


Ocurrió los meses de mayo y junio de 1980 en Suiza: el continuo asedio municipal a un centro juvenil alternativo en Zürich provocó un movimiento de protesta que se fue extendiendo de ciudad en ciudad del pequeño país alpino. La radicalización fue progresiva a las formas cada vez más violentes de los cuerpos policiales, calificada ésta última por la prensa moderada como “la que ha llevado al país a situación de guerra civil”

Durante esas fechas, la cadena televisiva alemana DRS quiso realizar un debate con un representante del movimiento y diversos contertulios institucionales. Como todos sabemos y hemos visto en más de una ocasión, en estas ocasiones que una persona del movimiento politico-social de tipo crítico es traído a debates televisivos los cuestionarios suelen ser creados para que el invitado tenga que adoptar posiciones defensivas y sea fácilmente atacado; o por el contrario es traído a los platós como una especie exótica y una curiosidad. Ejemplos de esto último hay miles, recuerdo personalmente a un portavoz de la asamblea de okupas de Barcelona, en el programa matutino de TV3, frente ese ariete turbodemogógico que es Pilar Rahola. El poder del tópico, de las acusaciones sobadísimas, y de los discursos pre-construidos cayó como una losa sobre el portavoz okupa, que apenas  pudo explicar las razones de su movimiento y se pasó todo el espacio defendiéndose de las barbaridades de Rahola.

En la televisión Suiza, el movimiento juvenil estaba ya vacunado sobre estos trucos de los mass media y procedió a enviar al debate televisivo al matrimonio Müller, consistente en dos personas de media edad, con pintas totalmente normales, que compartirían plató con el jefe de policía de Zurich, dos concejales de la corporación municipal, y el jefe de la socialdemocracia local.

El debate siguió por los derroteros habituales que cada rol a priori asumiría. El jefe de la policía insistió en formalismo respecto las manifestaciones, la socialdemocracia recaló en algo parecido pero pidió tolerancia y los otros representantes del ayuntamiento se pronunciaron en términos similares pero siempre en clave de partido y por tanto buscando diferencias de matiz para justificar la opción propia.

Todo iba sobre raíles hasta que abrió la boca el señor Müller y extrajo de su bolsillo una granada de humo como las que lanzó la policía los días anteriores contra los manifestantes:

“-Lo que hace falta son más granadas de gases lacrimógenos!”

El matrimonio Müller siguió por coordenadas similares, usando las opiniones de “sentido común” de lo que podría ser una pequeña burguesía urbana, de miradas muy estrechas y conservadurismo galopante. En este sentido, el señor Müller pidió el uso de pelotas de goma más grandes para herir a más manifestantes, criticó la tibieza de la policía e incluso solicitó la abolición de la juventud. Los otros participantes se dieron rapidamente cuenta de que no eran tomados en serio, pero intentaron mantener un debate serio. Ante la presencia de estos dos sujetos extraños, el resto de contertulios se dieron cuenta de que debían reaccionar de otra manera, pero al ser pillados por sorpresa no encontraron una estrategia alternativa con la que actuar. Quedaron descolocados y en ningún momento controlaron la situación, lo que desde luego no les hizo gracia.

El “hacer el Müller” es una forma como otra de subvertir los ritos y el lenguaje de los poderosos, darles la vuelta y usarlos a favor de uno mismo, por medio de dejar en evidencia al adversario por medio de la exageración de su discurso y la revelación de todo aquello que implícitamente defiende pero escamotea o bien diluye.

Escuchando: Wreck -age - Rollins Band

2 comentarios

Blue -

Te he pescado al azar. Buscaba un articulo de Rahola. Por cierto, a mi me parece una mente brillante y una tipa valiente. Lo siento, no coincido contigo

Zenia -

Magnífica técnica esta de hacer el Müller.
Cuando comience el nuevo curso entrenaré a mis alumnos de Comunicación Social en esta herramienta.
La ironía siempre es un arma poderosa, al igual que la hipérbole.