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I Fought The Law

England belongs to me

England belongs to me

El pequeño drama de ERC partido es precisamente el debatirse por un lado entre cierta imagen de firmeza y radicalidad, y  por el otro querer absorber la base electoral convergent, es decir: el botiguer, el pequeño propietario, el camperol, y la gente de seny –la cordura, frente la impulsividad o rauxa-. Y por mucho que sepan justificar sus actos de estos últimos años, lo cierto es que su imagen frente a este electorado ha quedado dañada. Al igual de aquellos que los usaron como ariete anti-PP “para joderles, que es donde les hace daño”. Se aprovecharon de la coyuntura favorable que ofrecía los nefastísimos años últimos del aznarato para presentarse como la opción radical que les provocaba urticaria. De ahí que los barrios de migración andaluza llenaran sus urnas con votos al PSOE y a ERC, los pragmáticos y los que quieren hacer daño.

De ahí que Joan Puigcercós intente ganar respetabilidad reivindicando a su partido como hijo de la Revolución Francesa, y no de la Rusa. Es decir, eludir las vinculaciones con el socialismo revolucionario y inscribirse en el discurso tan manido de la ciudadanía. El pobre Puigcercós, igual por simplificación o desconocimiento acerca de ese periodo histórico, parece obviar que, a parte de girondinos y otros moderados, no sólo los jacobinos propugnaban un programa política que gan parte de la actual socialdemocracia ha olvidado ya –tasación de precios de los productos básicos, limitación de la propiedad privada- sino que otras facciones directamente abogaban ya por el comunismo, básicamente las que constituirán el socialismo francés.

No entiendo ese afán por mostrarse respetable. Esto provocó cierto terremoto en sus juventudes, que hablan directamente de independencia y socialismo. Uno de sus afiliados en mi ciudad, mientras colgaba carteles de las JERC pidiendo el voto a sus mayores, me afirmó que a él le gustaría votar al Partit Comunista del Poble Català sin ruborizarse. O quizás no tanto, puesto que en la gestión municipal apenas se ha diferenciado en propuestas a los otros dos socios de gobierno.

Y es que ERC, desde su  fundación, abogaba por un progresismo propio de tipo catalán ajeno a ideologías foráneas. Es decir, se sobreentiende, el socialismo marxista y el anarcosindicalismo, presentes en a vida catalana de los años 30 de una manera bastante vigorosa. No ha sido hasta ahora, con la irrupción de antiguos dirigentes procedentes de la extrema izuierda nacionalista catalana de los 70, que la fórmula ha variado a una definición abierta de socialdemocracia. Aunque a la hora de la verdad haya hecho como CiU en su momento –o si nos remontamos a más lejos, la Lliga Regionalista o la misma ERC de Macià- con un toque más social, incluyendo el influir en la política española para obtener mejorías en Catalunya. Lo que si que no son ya aquel partido dirigido por Hortalà i Heribert Barrera -ese racista, y lo digo sin despeinarme- que un día compartía listas con los maoístas y el otro aupaba a Pujol a presidente catalán. Ni tampoco son, como ellos atribuirse, el nuevo PSUC de la política catalana, el partido de lucha y gobierno.

Pero como decía antes, no entiendo esa voluntad de hacerse respetable. Total, ahí tenemos a Anxo Quintana, dirigente del BNG y secretario general de la UPG –a la postre, y por estatutos, un partido comunista patriótico y gallego- dando apoyo directo a Artur Mas y sus propuestas ultraliberales sin despeinarse.

P.D. El Partido Toni Esteban encuentra serios problemas para presentarse. El Ministerio del Interior exige para su legalización un mínimo de tres firmas -un secretario, un presidente y un tesorero- y como partido unipersonal eso es imposible. Desde esta modesta tribuna, el PTE pide el voto a aquellas candidaturas que se acerquen lo más posible al Socialismo y Barbarie, encarnados en el programa de 13 puntos para destruir Catalunya -no, no; señores del Club de Hooligans de Arcadi espada, no se empalmen con este título, que antes destruiremos también España-. 

Escuchando - People who died - Jim Carrol Band

2 comentarios

Miquel -

Destruir Espanya i Catalunya, costa trobar idees semblants avui en dia. Per ser-te sincer em va alegrar l'aparició de Ciutadans al panorama polític català, pel fet de que s'autodeclaraven "no nacionalistes", pero quan vaig veure que, lluny de ser "no nacionalistes" eren una panda de nazionates espanyols, amb els seus "¡Arriba España!" inclosos (al Liceu), vaig fugir més ràpid que una llebre. Tant de bo es pogués destruir Catalunya i Espanya per donar pas, per començar, a Europa.

mia -

me encantas. Pero ya sabes que volveré a votarles...