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I Fought The Law

Badalona Über Alles

Y es que ya le tocaba a mi querida ciudad un pequeño hueco acerca de los hechos consuetudinarios que acontecen en sus rúas. Y a veces realmente pienso que, en vez de vivir al noreste de Barcelona, nos encontramos en algún pueblo de Sicilia. No es que a los insubordinados al Don les ardan los negocios con cocteles molotov o acaben en las obras del puerto, bajo el agua y con unos zapatos de cemento. No. Aquí tenemos algo muy diferente.
Resulta que tenemos un señor de curioso nombre, llamado Fermín Casquete, que se ha creado un emporio nada despreciable. Bajo sus manos está el control de TUSGSAL (autobuses urbanos que también hacen los servicios nocturnos de BCN), del CF Badalona, mete mano en la UGT y controla la asamblea del PSC local, según afirman diversos medios locales, bitácoras y otros mentideros. Tras el éxito de los autobuses, conocidos por ser casi obligatorio ser de la UGT para formar parte de la plantilla y por casos de represión sindical a otras alternativas, ahora su equipo de fútbol parece que va viento en popa. Cuarto en su grupo de la 2ªB, peleando por entrar en la liguilla de ascenso. Ahora resulta que un día soñó que sería presidente de un equipo de 2ªA, y aunque la base social del club, ni sus finanzas, ni otros indicadores permitirían afrontar un hipotético ascenso en condiciones. No todo es así: al menos el viejo campo de Avenida de Navarra podría substituirse por otor nuevo. ¿Y quién lo pagaría? ¡Pues el erario publico! ¡Cómo no! Así que en la alianza de gobierno municipal PSC-ICV/EUiA-ERC (¿me dejé alguna letra del alfabeto?) se ha divido el voto en dos, con el PSC -obviamente- a favor de regalarle un campo de fútbol nuevo a un club privado cuyo presidente es -shit you little parrot- el poder en la sombra de la agrupación local psoecialista. Esto iría acompañado de la venta de los terrenos del viejo estadio, que serían usados para hacer -anda, qué original- más bloques de pisos, y por cuya venta el consistorio obtendría unos beneficios que serían reinvertidos en unos equipamientos no definidos cerca de mi casa, en Santo Cristo; lugar dónde además se pretende instalar otro maldito centrocomercial-lúdico-supadre. En fin, im-presionante. Cunado hice el BUP me explicaron que la especulación urbanística era un fenómeno franquista, de las constructoras y otros lobbys económicos en convinencia, cuando no coincidencia, con los poderes políticos antidemocráticos. Ya sabemos, Santojas, Porciolas y su bolas, y otros señores de rancio abolengo. Del Hoy no hablaba, pero mucho me temo que después de todo, y tal como explicaba ayer el Vivir de la La Vanguardia, de qué sirve cambiar las formas y hacerse una ilusión de que ciertos usos democráticos podrían cambiar las cosas, cuando el fondo es idéntico.
De momento en mi calle cada día más casas antiguas son convertidas en nuevos solares, que dentro de poco serán bloques de 4 pisos, varios milloncetes de precio. Caseros que creen que es mejor aprovechar buenos precios del suelo antes que cobrar alquileres de renta antigua. Vivimos en la edad de piedra.

2 comentarios

Astallon -

Bueno, esto me lo explicaste el otro día... es más, creo que fue con Lara, en aquella salida improvisada... y vamos, que vergüenza.

Por cierto, me estoy leyendo la constitucion y por la hoja 20... ya comenzaria a quemarla sin miramientos...

lara -

"de qué sirve cambiar las formas y hacerse una ilusión de que ciertos usos democráticos podrían cambiar las cosas, cuando el fondo es idéntico."_ que gran verdad has dicho con esa frase. bravo. no tengo nada q comentar, simplemente, nadie lo habría dicho mejor. salud