Me and my friends
"Ruiz Zafón nos rechaza", "Prefiere grandes superficies", "Nosotros te hicimos grande". Estas tres consignas se leen de manera corrediza en un panel electrónico colocado sobre la librería Maite, situada en la Pl. Gala Placidía de Barcelona. No sé si se trata de rencor en estado químico puro, de un ajuste de cuentas estilo sociedad-del-espéctaculo, o un dazibao posmoderno, conato de humillación pública de la Revolución Cultural China aplicada en el imperio de Juanito Closh.
La Sombra del Viento forma parte de esos títulos que ni me molesto en saber qué puñetas esconden entre sus tapas. No he malgastado ni una milésima de segundo leer la solapa interior, ver la foto del autor, y hacerme una idea de la sinoPsis -nunca diga siPnosis si no desea hacer el ridiculo mazagatero en público, estimado lector-. Y no me produce el mismo repelús que la saga de refritos del Reader's Digest y curiosidades de Historiador del Arte que compila Dan Brown en sus libros, auténtica criptonita para mis sentidos. Los Ángeles y Da Vinci tienen para mí el mismo valor de uso que el libro de poemas que me aguanta la regleta de enchufes de mi ordenador. El libro de Zafón, por su lado, ni me va ni me viene. Me seduce más la idea de leer el prospecto de los Gelocatiles.
Sin embargo, el asunto no es si algún día leeré el tocho en cuestión, sino el efecto que me ha provocado el misterioso letrero de la librería Maite. Se me abre un nuevo reto: investigar que hay de cierto en esas proclamas. ¿El escritor ha dado la espalda a sus viejos amigos? ¿Acaso comenzó sus días repartiendo poemas de propia factura a la puerta del establecimiento pidiendo la voluntad a cambio, mientras se hacia pasar por sordomudo? ¿Tanto le embarga el éxito que es incapaz de echarse una cañita con el bueno del dueño, que le consiguió colar en sus expositores las primeras copias de su grihit literario? ¿O, por contra, el avaricioso del tendero capitalista cornudo malísimo, en adecuación con sus intereses objetivos de clase y imaginando pingües beneficios y una cadena Maite de franquicias, desea que el escritor lo cite como mentor suyo cada ocasión que abre la boca?
Misterios sin resolver. El caso es que mi mente perversa ha imaginado otro letrero luminoso, en pleno casco viejo de Vigo, en la puerta del local del brazo político del GRAPO: "Pio Moa, no nos des la espalda" "nosotros te enseñamos a hacer la O con un canuto y te hicimos grande" "nosotros te presentamos a tus primeros ligues" "prefiere Pedro Jota y Fede LosSaints a humilde centro cultural". Pues eso.
Escuchando: Annalisa - Public Image Ltd.
La Sombra del Viento forma parte de esos títulos que ni me molesto en saber qué puñetas esconden entre sus tapas. No he malgastado ni una milésima de segundo leer la solapa interior, ver la foto del autor, y hacerme una idea de la sinoPsis -nunca diga siPnosis si no desea hacer el ridiculo mazagatero en público, estimado lector-. Y no me produce el mismo repelús que la saga de refritos del Reader's Digest y curiosidades de Historiador del Arte que compila Dan Brown en sus libros, auténtica criptonita para mis sentidos. Los Ángeles y Da Vinci tienen para mí el mismo valor de uso que el libro de poemas que me aguanta la regleta de enchufes de mi ordenador. El libro de Zafón, por su lado, ni me va ni me viene. Me seduce más la idea de leer el prospecto de los Gelocatiles.
Sin embargo, el asunto no es si algún día leeré el tocho en cuestión, sino el efecto que me ha provocado el misterioso letrero de la librería Maite. Se me abre un nuevo reto: investigar que hay de cierto en esas proclamas. ¿El escritor ha dado la espalda a sus viejos amigos? ¿Acaso comenzó sus días repartiendo poemas de propia factura a la puerta del establecimiento pidiendo la voluntad a cambio, mientras se hacia pasar por sordomudo? ¿Tanto le embarga el éxito que es incapaz de echarse una cañita con el bueno del dueño, que le consiguió colar en sus expositores las primeras copias de su grihit literario? ¿O, por contra, el avaricioso del tendero capitalista cornudo malísimo, en adecuación con sus intereses objetivos de clase y imaginando pingües beneficios y una cadena Maite de franquicias, desea que el escritor lo cite como mentor suyo cada ocasión que abre la boca?
Misterios sin resolver. El caso es que mi mente perversa ha imaginado otro letrero luminoso, en pleno casco viejo de Vigo, en la puerta del local del brazo político del GRAPO: "Pio Moa, no nos des la espalda" "nosotros te enseñamos a hacer la O con un canuto y te hicimos grande" "nosotros te presentamos a tus primeros ligues" "prefiere Pedro Jota y Fede LosSaints a humilde centro cultural". Pues eso.
Escuchando: Annalisa - Public Image Ltd.
9 comentarios
abs -
miguel angel -
Anto -
desde aki os recomiendo los cuentos cortos sobre el mar de un escritor gallego , Álvaro Cunqueiro , fantasticos.
dernhelm -
Mi amigo librero me ha dicho que el Zafon es un tio modestisimo y de puta madre, que siempre charla con todo el mundo y con el que es muy facil contactar...
Sera un pique.
Mas que nada que el libro no se lo publicaba nadie en España y tuvo que ir a publicarlo fuera, que esperaban los libreros, que despues que no le hicieron puto caso les concediera la exclusividad de la publicación cuando el libro ya era un best seller? Anda ya! Como mola la burguesia catalana...
Por cierto. El libro es buenisimo. Si te gusta Barcelona, ahi estan sus calles y su ambiente y muchas de las cosas que me han evocado siempre esos lugares, claro que no es La Ciudad de los Prodigios, ni el Pendulo, pero tampoco pretende ser una novela ideológica ni existencial, es un libro de aventuras para leerte del tiron (o de los tirones)y irte a dormir con una sonrisa.
Lore -
La Sombra del Viento es a La Ciudad de los Prodigios lo que El Código da Vinci es a El Péndulo de Foucault.
(Por cierto, querido Fought, gracias por ese escueto pero sincero canto de alabanza al amor de mi vida. Califas como mi utópico y querido cordobés no creo que vuelvan a darse por aquí, tal y como está el patio)
Kali -
Joad -
el autor -
kaos -
Salud, y ya pronto te buscaré por Barna.