Downtown Train
El nuevo oasis del fumador compulsivo en un largo recorrido de la Renfe se llama parada técnica.
En un recorrido desde la ciudad condal hasta el sur peninsular se dan, en este sentido, dos casos escandalosos. Alcázar de San Juan y Linares-Baeza han transformado sus andenes en auténticas salas de fumar. Los revisores, jefes de estación y personal variado deberían pedir un plus de productividad por el hecho de meter a tanto viajero de nuevo en sus vagones y expulsarlos del improvisado smoking-room. La tolerancia cero se impone, las leyes antitabaco han provocado que el lavabo del Talgo sea un lugar aún más nauseabundo que antes, y que el índice de adictos a la nicotina que se dejan las uñas al subir por las paredes aumente de manera exponencial. Se desconoce si el desembarco de consumidores provoca problemas de horarios y retrasos en estos recorridos. En todo caso, el arriba firmante, a día de ayer, pidió compensaciones por la hora de retraso en BCN Sants y ni caso. Menos mal que privatizando funciona todo mejor, afirman algunos. Auguro a unos tipos de amarillo fosforito -infraestructuras Renfe- que veo en Alcázar de San Juan el mismo futuro que sus compañeros de gremio en el film La Cuadrilla, malviviendo en la absoluta precariedad. Y eso que, en la propaganda institucional, afirma Renfe a través de la inocente carita de un recién nacido ser el futuro. El futuro. Para mi el verdadero futuro pasa por solventar el presente, que es el pasado inmediato, de líneas secundarias abandonadas, redes de pésima calidad, proyectos faraónicos inacabados, y corredores de gran futuro inexplicablemente cerrados -Murcia a Guadix: inexplicable-. Y si no te gusta la Renfe, a encogerte en los Alsas o te compras un buga, pringao.
Escuchando: Backwoods - RHCP
En un recorrido desde la ciudad condal hasta el sur peninsular se dan, en este sentido, dos casos escandalosos. Alcázar de San Juan y Linares-Baeza han transformado sus andenes en auténticas salas de fumar. Los revisores, jefes de estación y personal variado deberían pedir un plus de productividad por el hecho de meter a tanto viajero de nuevo en sus vagones y expulsarlos del improvisado smoking-room. La tolerancia cero se impone, las leyes antitabaco han provocado que el lavabo del Talgo sea un lugar aún más nauseabundo que antes, y que el índice de adictos a la nicotina que se dejan las uñas al subir por las paredes aumente de manera exponencial. Se desconoce si el desembarco de consumidores provoca problemas de horarios y retrasos en estos recorridos. En todo caso, el arriba firmante, a día de ayer, pidió compensaciones por la hora de retraso en BCN Sants y ni caso. Menos mal que privatizando funciona todo mejor, afirman algunos. Auguro a unos tipos de amarillo fosforito -infraestructuras Renfe- que veo en Alcázar de San Juan el mismo futuro que sus compañeros de gremio en el film La Cuadrilla, malviviendo en la absoluta precariedad. Y eso que, en la propaganda institucional, afirma Renfe a través de la inocente carita de un recién nacido ser el futuro. El futuro. Para mi el verdadero futuro pasa por solventar el presente, que es el pasado inmediato, de líneas secundarias abandonadas, redes de pésima calidad, proyectos faraónicos inacabados, y corredores de gran futuro inexplicablemente cerrados -Murcia a Guadix: inexplicable-. Y si no te gusta la Renfe, a encogerte en los Alsas o te compras un buga, pringao.
Escuchando: Backwoods - RHCP
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maria -