The Deadly Rythm (II)
Dejo las pilas de diarios y revistas, y ahí están, colgados de las paredes. Son las siete y media de la mañana. Estoy en la redacción de la infame revista Super Pop, aquella que, generación tras generación, ofrece las bases ideológicas de una educación sentimental a miles de adolescentes desde hace ya dos décadas. Me abren la puerta dos de aquellos invisibles de los de hace unos días, doblemente invisible en el caso de la dominicana que exhibe su cansancio, sus madrugones de órdago y sus horas fregando en un gesto facial de resignación, y en unas cuantas curvas de más. El sueño europeo, sí señor.
Digo que ahí están, porque son ellos, la auténtica amenaza para la paz mundial, el alimento espiritual de miles de jovencitas en plena conformación de su personalidad. Veo un disco de platino del pelmazo de Eros Ramazzotti, otro de esos efebos llamados Los Caños, uno del olvidadísimo Ray -una cerveza Moritz a quién lo recuerde ¡ya!-, la Pausini no podía faltar, y como colofón el infame -y desconocido para un servidor, pero las pintas me hacen calificarlo de esa forma- Aaron Carter. En esa habitación dejo varias toneladas de prensa, y me sorprende -o no- algunas portadas de tabloides británicos. Ayer el Daily Star, en un alarde de chovinismo británico y exaltación de la maternidad, hacía ostentación por medio de investigaciones oficiales del cada vez más exuberante poder lactante de las señoritas de la pérfida albión. Vaya, así que las walkirias han dejado de ser teutonas, tú. En un gesto que parece sacado de mi pasado panki, les dejo unos currículums. De servir de algo, podría entrar en la susodicha revista, en la penosísima Pronto, o en la muy muy tóxica Nuevo Vale. Pienso en ello mientras bajo de la quinta planta, me río yo solo, observo mis carcajadas en el espejo del ascensor. El nene de los diarios, ese nuevo veinteañero que han puesto y que les da tanta conversa a las de recepción, tiene dos títulos universitarios y experiencia en la prensa escrita. Por eso digo lo del pasado panki: que vean lo que hay en el feliz occidente.
Y qué más da, me digo a mi mismo, cuento los segundos para que los puristas comiencen a lapidarme por esto. Trabajo alienado: esto es producir riqueza con la que no tienes ningún vínculo y que se la apropia otro. Es decir, puestos a prostituirse en un medio de comunicación de los grandes grupos, lo hacemos bien hecho. Puestos a escribir basura, la escribimos de verdad. Por eso solo leo prensa deportiva y algo de la francesa. Puestos a leer mierda, me zampo la auténtica de aquí y intento enterarme de la actualidad vía internet y vía lo que dicen allende los Pirineos
Nadie se acuerda de los pollos radiactivos a estas alturas, la conversión del Discovery en material de derribo ha sido olvidada. Portugal arde, y no es que los militares hayan hecho otra revolución como en el 1974. Es que arde literalmente. Se confirma que el afortunado poseedor de 7 balas en su cabeza por gentileza de Scotland Yard ni escapó a nadie, ni llevaba mochila, ni tan siquiera se saltó ningún control. Pero durante estos días, el secotr de población que pontecialmente podría ser un Robocop, ya ha afirmado que porqué no, que la amenaza del terror es tan grave que las medidas excepcionales en ocasiones generan errores, hacer la tortilla requiere romper unos cuantos huevos. Si antes este asunto ya me pareció intolerable, ahora el hecho en sí cobra tintes macabros: si se hiciera una metáfora fílmica del saltar de la sartén para caer en las brasas, podría decirse que hemos pasado de los films de Harry el Sucio a los de Chuck Norris. Recristo.
Los soldaditos españoles se estampan en helicoptero. ¿O los han derribado? ¿Ha sido Al-Qaeda? ¿ETA? ¿Los Tigres del Tamil? ¿Amigos de las Patatas Bravas? ¿Sicarios a Sueldo de Moscú-Pekín-LaHabana? No me importa. Curioso ver como nuestro presidente aprueba esta presencia militar mientras retiró la de Iraq. ¿Imagen, votos, populismo? Hacen una actividad favobrable a la paz y la libertad. Justo lo mismo que dicen Cheney, Rumsfeld, Bush y demás carniceros ya no sólo de Iraq, sino de cualquier movimiento de la ficha de la Reina por su tablero mundial.
Hagamos un juego. Y tal como decía Malcolm X, sustituyamos las barras y estrellas por la swastika. Rememoremos: Guantámo, torturas en Irak, pena de muerte, gente muriendo en las calles, poder militar infinito. Nos hacemos la idea, no? Sólo que algunas cosas han cambiado. La mujer que acampa con una paciencia equiparable a Job enfrente del rancho del señor Arbusto, entiempos del III Reich la pasarían a cuchillo. Hoy es mucho más sencillo, sólo con dejarla que se muera de aburrimiento y de insolación se liquidará la molestia. El agenda setting de los media, que borra de nuestros recuerdos todo aquello que aconteció antes de ayer por el último grito del momento, hace el resto.
Quedan tres días, los 20 días seguidos de madrugar sin gozar de ninguno de descanso me han inoculado una fatiga crónica en los huesos. Ardo en deseos de leerme los convenios de la OIT a ver si mi caso viene contemplado como una violación de las leyes internacionales del trabajo.
Escuchando: Today your love, tomorrow the world - Ramones
Digo que ahí están, porque son ellos, la auténtica amenaza para la paz mundial, el alimento espiritual de miles de jovencitas en plena conformación de su personalidad. Veo un disco de platino del pelmazo de Eros Ramazzotti, otro de esos efebos llamados Los Caños, uno del olvidadísimo Ray -una cerveza Moritz a quién lo recuerde ¡ya!-, la Pausini no podía faltar, y como colofón el infame -y desconocido para un servidor, pero las pintas me hacen calificarlo de esa forma- Aaron Carter. En esa habitación dejo varias toneladas de prensa, y me sorprende -o no- algunas portadas de tabloides británicos. Ayer el Daily Star, en un alarde de chovinismo británico y exaltación de la maternidad, hacía ostentación por medio de investigaciones oficiales del cada vez más exuberante poder lactante de las señoritas de la pérfida albión. Vaya, así que las walkirias han dejado de ser teutonas, tú. En un gesto que parece sacado de mi pasado panki, les dejo unos currículums. De servir de algo, podría entrar en la susodicha revista, en la penosísima Pronto, o en la muy muy tóxica Nuevo Vale. Pienso en ello mientras bajo de la quinta planta, me río yo solo, observo mis carcajadas en el espejo del ascensor. El nene de los diarios, ese nuevo veinteañero que han puesto y que les da tanta conversa a las de recepción, tiene dos títulos universitarios y experiencia en la prensa escrita. Por eso digo lo del pasado panki: que vean lo que hay en el feliz occidente.
Y qué más da, me digo a mi mismo, cuento los segundos para que los puristas comiencen a lapidarme por esto. Trabajo alienado: esto es producir riqueza con la que no tienes ningún vínculo y que se la apropia otro. Es decir, puestos a prostituirse en un medio de comunicación de los grandes grupos, lo hacemos bien hecho. Puestos a escribir basura, la escribimos de verdad. Por eso solo leo prensa deportiva y algo de la francesa. Puestos a leer mierda, me zampo la auténtica de aquí y intento enterarme de la actualidad vía internet y vía lo que dicen allende los Pirineos
Nadie se acuerda de los pollos radiactivos a estas alturas, la conversión del Discovery en material de derribo ha sido olvidada. Portugal arde, y no es que los militares hayan hecho otra revolución como en el 1974. Es que arde literalmente. Se confirma que el afortunado poseedor de 7 balas en su cabeza por gentileza de Scotland Yard ni escapó a nadie, ni llevaba mochila, ni tan siquiera se saltó ningún control. Pero durante estos días, el secotr de población que pontecialmente podría ser un Robocop, ya ha afirmado que porqué no, que la amenaza del terror es tan grave que las medidas excepcionales en ocasiones generan errores, hacer la tortilla requiere romper unos cuantos huevos. Si antes este asunto ya me pareció intolerable, ahora el hecho en sí cobra tintes macabros: si se hiciera una metáfora fílmica del saltar de la sartén para caer en las brasas, podría decirse que hemos pasado de los films de Harry el Sucio a los de Chuck Norris. Recristo.
Los soldaditos españoles se estampan en helicoptero. ¿O los han derribado? ¿Ha sido Al-Qaeda? ¿ETA? ¿Los Tigres del Tamil? ¿Amigos de las Patatas Bravas? ¿Sicarios a Sueldo de Moscú-Pekín-LaHabana? No me importa. Curioso ver como nuestro presidente aprueba esta presencia militar mientras retiró la de Iraq. ¿Imagen, votos, populismo? Hacen una actividad favobrable a la paz y la libertad. Justo lo mismo que dicen Cheney, Rumsfeld, Bush y demás carniceros ya no sólo de Iraq, sino de cualquier movimiento de la ficha de la Reina por su tablero mundial.
Hagamos un juego. Y tal como decía Malcolm X, sustituyamos las barras y estrellas por la swastika. Rememoremos: Guantámo, torturas en Irak, pena de muerte, gente muriendo en las calles, poder militar infinito. Nos hacemos la idea, no? Sólo que algunas cosas han cambiado. La mujer que acampa con una paciencia equiparable a Job enfrente del rancho del señor Arbusto, entiempos del III Reich la pasarían a cuchillo. Hoy es mucho más sencillo, sólo con dejarla que se muera de aburrimiento y de insolación se liquidará la molestia. El agenda setting de los media, que borra de nuestros recuerdos todo aquello que aconteció antes de ayer por el último grito del momento, hace el resto.
Quedan tres días, los 20 días seguidos de madrugar sin gozar de ninguno de descanso me han inoculado una fatiga crónica en los huesos. Ardo en deseos de leerme los convenios de la OIT a ver si mi caso viene contemplado como una violación de las leyes internacionales del trabajo.
Escuchando: Today your love, tomorrow the world - Ramones
3 comentarios
Colibrí Lillith -
Muy buen artículo, con el que una se va deprimiendo a medidad que lee más y más, jeje, lo que empieza con una crítica a las revistas fashion de adolescentes terminar por hacer una reflexión del contexto mundial... muy bien conseguida :)
mia -
Zenia -
Se trata de la manipulación silenciosa que convierte al ser humano en una máquina tragadora de novelitas y de historias de princesas y príncipes. Es la enajenación. Es mejor que se droguen intelectualmente a que piensen. Ese es el precepto de toda esa "pseudocultura".