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I Fought The Law

Just like T.V.

¿Alguno de los que leen ésto recuerda con nitidez cómo era la televisión en los 80? Si alguien tiene imágenes difusas y no puede rememorar con claridad, o bien no la vio por edad, si tiene la suerte de gozar el Canal 50 de TVE podrá salir de dudas y afirmar con seguridad que sí, la tele de entonces era mejor que la de ahora. ¿Arriesgada afirmación? Ni de coña. Quiero recordar que antes sólo habían dos canales estatales, eran públicos, no solían emitir de mañanas, y no existía la dictadura de las audiencias o los shares. ¡Y había mejores programas, pero de calle!

Sólo quiero mencionar dos de los que vi ayer. El primero, Qué noche la de aquel año, un espacio dedicado a recordar año por año la historia de la música en España, bajo la conducción de Miguel Ríos y los guiones de Diego Manrique. Presupuesto de juguete, animaciones de la careta hechas por Amiga... pero por contra excelentes invitados -desde glorias sesenteras a lo Karina, hasta reyes del metal como Barón Rojo-, actuaciones en directo, Moncho Alpuente y Wyoming recitando historia sentados en dos sillas mientras leen sus guiones -teleprompter, que es eso?-... Lo que más me sorprende es la ausencia casi absoluta de programas de este tipo en parrilla en la actualidad. ¿Dónde hay programas de música con una mínima calidad? No, por favor, no me digan Música Sí. Cruzo los dedos para pillar el próximo día alguna emisión de La Edad de Oro.

El otro programa que ví íntegro, en mi lucha contra el sueño y adentrándome en la madrugada, es La Bola de Cristal, en concreto el capítulo seis de su primera temporada. Qué decir a estas alturas del que es el mejor programa infantil y juvenil de la historia de la televisión española. Sólo puedo comentar que, cuando se editaron en su momento, los dvd’s me provocaron una especie de síndrome de Stendhal, puesto que tras años de rememorar entre colegas programas y anécdotas, y de devorar con fruición los libros de guiones, la experiencia fue decepcionante. Pero por contra, anoche ya mucho más reposado, disfruté de la emisión como un enano: los Electroduendes burlándose de los fantasmas y los espíritus -ilustrativa clase de materialismo-, las consignas de agit-prop condensadas en piezas de medio minuto ("si no quieres ser como ellos -Ronald Reagan, Felipe González- lee", "intenta imaginar algo en quince segundos... si no se te ha ocurrido nada deberías ver menos la tele", y el marxistizante "sólo no puedes, con amigos sí"), videoclips rodados con tres duros pero llenos de encanto y atracción para el público infantil ("No adivino nada" con Kiko Veneno y sus coristas punkis-new wave), la joven Alaska -con sus pintas góticas-siniestras y esos tucos tan llamativos en el pelo- explicando el Quijote a un público, recordemos, que éramos menores de 12. ¡Alaska explicando el Quijote a los niños! ¡Pero alguien se imagina eso en un capítulo de Los Lunnis!. Afirmo con rotundidad: no, no se trata de nostalgia ante la infancia perdida; objetivamente se trata de un pedazo de programa que hoy no duraría ni tres emisiones: no sólo por el contenido subversivo de más de un guión, sino por la apuesta arriesgada del formato. La directora Lolo Rico afirmaba en el libro dedicado a La Bola de Cristal que las audiencias fueron más bien reducidas durante mucho tiempo, y que solo tras un año se consolidaron unas cifras de espectadores que iban desde los veinteañeros que enchufaban la televisión el sábado mañana y acababan la farra del viernes delante del aparato, hasta nosotros, los que ya no somos los de antes,  fascinados ante la maraña de cables que tenía por pelos la Bruja Avería. ¿Nuestros padres? Como siempre, nunca entendieron nada.

Quien me acuse de idelizar el pasado le puedo comentar que, en mi aventura nocturna catódica apagué la caja tonta durante un momento: se trataba de Isabel Pécker y -en su momento, ahora sabría a gloria- insufrible Rockopop. Lo digo: rezo para cazar algún programa de La Edad de Oro en esa joya llamada Canal 50.

Escuchando: New Church - The Lords of the New Church

7 comentarios

Colibrí Lillith -

Dos cosas se han perdido en los programas infantiles de hoy en día (llámense también dibujos animados o lo que sea): transmitir buenos mensajes sin llegar a las cursiladas que nos podemos encontrar hoy en día, y creer que el bajo presupuesto no impide hacer un buen programa.

Yo no viví esa época de la Bola de Cristal... Digamos que soy bastante más jovencita xD Aún así, también viví alguna programación de calidad y con buenos mensajes (véase nuestro estimado David el Gnomo ^^)

mia -

Estoy de acuerdo con Armando. Creo, estimado Maese, que nos estamos haciendo viejos. Todos. Los que nacimos entonces (70, 80) somos puro paleolítico delante de las ordas salvajes de retoños de los '90 que olvidan que también provienen del siglo pasado. Un aplauso para el artículo.

Armando -

[..]Cuán presto se va el placer,
cómo, después de acordado,
da dolor;
cómo, a nuestro parecer,
cualquiera tiempo pasado
fue mejor.

Pues eso, a nuestro parecer, veinte años menos y la posibilidad de hacerlo de otra manera... Además fíjate si es mala la televisión de ahora, que te ofrece hasta ver la televisión de entonces... Y fíjate si es mala que si no quieres "educarte" puedes cambiar de canal, e incluso, ¡apagarla desde tu sillón!

el autor -

Diantres! Amo la playa de Conil. Creo que tomo nota de tu ofrecimiento. ;D

Daniel -

Se me olvidaba, te debo una cerveza en la playita conileña por escribir este artículo :p

Daniel -

Felicidades Toni. El otro día ví "Willow", que la echaron en Antena 3, y tuve la misma sensación que tú al ver "La Bola de Cristal". Los efectos especiales eran de la época, para qué decir más, pero cuando terminé de verla, me dí cuenta que tenía una sonrisa en los labios de oreja a oreja. Tengo unos poquitos de años menos que tú, 22, pero recuerdo perfectamente esa televisión de calidad para niños como si fuese ayer, hasta tal punto que cuando coincide que sale en la tele algo referido a Espinete, Don Pimpón y compañía, mando a callar a los que estén a mi alrededor para escuchar :D
Estoy deseando que echen "La Historia Interminable" y "Los Goonies" un sábado noche para completar la saga, aunque creo que se me olvida alguna que otra más y es algo imperdonable.
Saludos gaditanos y también nostálgicos por una televisión constructiva y educativa (por qué no).

canserra -

¡Viva el Mal, Viva el Capital!