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I Fought The Law

Sobredosis de ciudad (III)

Sobredosis de ciudad (III)

Desde mi puesto de trabajo veo el valle del rio Besós, su cauce lleno de porquería mezclada con agua, las torres eléctricas, la sierra de Marina poblada de bloques de pisos; nacen como setas pitufinas, dado que están habitadas. Es el lado Estrella Damm del río: sus altos silos metálicos han contenido unos cuantos hectolitros de cerveza que debo haber consumido. La estrella de cinco puntas que corona la instalación me recuerda que no estamos en el socialismo, sino que dicho símbolo es una marca comercial más. A mi lado del río, casas amontonadas junto a Montcada i Reixac y aisladas del mundo ociddental por todo tipo de barreras: dos líneas de ferrocarril, dos autopistas, dos carreteras nacionales, el Nus de la Trinitat.

Más setas pitufales a mi lado del río. Crecen con fortaleza hacia el cielo, en los últimos coletazos de Collserola. Bridgestone, afirma rotunda la azotea del bloque que hace de pórtico del barrio. 20 pisos de altura, en un intento de alcanzar a Dios, ubicados enel solar donde estaba planeado un mercado. Un tal Samaranch estuvo detrás de todo esto. No se pueden quejar. El precioso paisaje de autopistas deja claro que los vecinos están muy bien comunicados.

Conocía este barrio dado que hacía de pancarta física anunciando a los venidos del norte la inminencia de la ciudad Condal: Benviguts a Barcelona. Desde pequeño me había fijado en ese monumental recibimiento, que durante un tiempo competía con auténticos murales a la irlandesa que adornaban los taludes de cemento que pueblan la zona. Comunistes, Sí. Queremos y podremos transformar la sociedad. Mis Manos, mi capital. Residuos de pintadas furtivas. Comisiones Obreras. Gente dura y comprometida que se metía en el ajo porque no toleraban que a los trabajadores se les apelotonaran en bloques de pisos que eran como montañas de escombros. Claro que habían otros que lo hacían por entrar a trabajar en Mundo Diario para luego renegar de ello. Pero , por fortuna,sigue habiendo un puñado de personas que siguen peleando por no ser el culo de la ciudad del olvidado Fòrum 2004. No les interesa Rajoy, no votaron a Clos, no les importan los nuevos verdes de debó.

Los que toman la cervecita en la barra del bar que tengo enfrente andan por la cuarentena. No caben en la generación del desencanto. No toleraban que en su barrio no hubiera ningún lugar de encuentro, y lo conquistaron. Una compañera, por su lado, se esfuerza para que los críos del barrio lo hagan todo juntos. Jugar juntos, ver una película juntos, e incluso hacer el gamberro juntos. Pero nunca mirando si papá vino de Nigeria, de Marruecos, de República Dominicana, o de Jaén. El taller de Hip-hop, las charlas sobre Bolivia, el grupo de teatro, las películas para los críos.

No todo es tan bonito a primera vista. No es todo tan fácil. Uno de los habituales exhala exabruptos continuos, ten cuidado con esta chusma. Las barreras aún existen, los prejuicios y la noción de invisibilidad también. Hay grupos humanos que no existen hasta que uno de sus individuos pasa a ser títular por un tirón, un robo con arma blanca, una bronca callejera; y entonces les cae la del pulpo. Cuidado con esta chusma.

Este barrio es carne de Banlieu parisina, de Brixton a la catalana. Desempleo, precariedad, trabajo basura. Servicios sociales pésimos. Todo suena a la misma cantinela de siempre; pero es real, muy real. Gracias a San Adam Smith, por contra, en nuestro país vecino se nos demuestra que la humanidad, como era esperable, no para de evolucionar, y el soñado despido libre será aplicado a los jóvenes menores de 26. Y claro está, quién quiere un empleo fijo para toda la vida, eso es aburrido, hay que ser dinámico, emprendedor, saber adaptarse a las circunstancias cambiantes de la utopía turboliberal la realidad, saber ser fontanero, neurocirujano, bedel, obrero del metal, panadero, traductor de software, empleado de telemárketing, kioskero, administrativo eterno parado polivalente. Los chicos de la galia se rebelan, aquí no pasa nada; en mi centro de trabajo hay tres subcontratas del Ayuntamiento y un turbomenguante cuerpo de funcionarios que dentro de poco será sólo un cultivo de células. Servicios Sociales saturados. Oficina de Atención al Ciudadano saturada, y inundada: cada precipitación de un cuarto de hora supone 5 goteras de dimensiones bíblicas que anegan una cuarta parte de los despachos. Me siento satisfecho, por contra, de que cada acción que llevamos a cabo es el granito de arena que evitará un nuevo Ejido, un nuevo Ca N’Anglada.


2 comentarios

Amigo Gagarin -

Lo chungo es que los chicos de la Galia se rebelan contra el despido libre en el Contrato para el Primer Empleo.
El PSOE (gobierno) lo está proponiendo aquí para todos.

Kanaima -

El mejor de los mundos posibles. Que gracia, verdad?

Salud y a seguir!