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I Fought The Law

Pako Jones, un candidato impresentable

Pako Jones, un candidato impresentable

-Pues bien, esta es nuestra sede, pase, pase. Siéntase como en su casa.

Entrevitador acompañaba a un joven empaquetado en su traje nuevo de trinca, con cara de recién licenciado y martirizado por una buena sobredosis de pasantías.

-Si no te importa podríamos hablar en este despacho. ¿Me acompaña?

-Si, claro, claro.

Entrevistador se sentó en su oficina y ofreció una butaca de regusto ochentero al recién llegado. A su alrededor, el hábitat natural de parte de sus últimos lustros de vida, desde que recapacitara acerca de ese vicio de incendiar sex shops y repartir octavillas a favor de la celebración de los Reyes Magos, una lucha absurda que había abandonado por otros trabajos -algunos rarísimos-, y otras actitudes, más inteligentes y maduras.

-Bueno, como se llamaba ¿Alberto?

-Si, si, si. Eso mismo. Alberto Primaveras.

-Eso mismo, disculpe. Pues como le decía. Dar este paso que está dando, en una sociedad como la nuestra, lo da muy poca gente dado el poco interés por el compromiso político. Así que me gustaría que conociera en profundidad nuestra organización. Aquí tiene nuestras últimas revistas, algunos folletos informativos, y un bolígrafo promocional que tiene la sintonía de nuestro partido y un haz de color azul.

Entrevistador ofreció una bolsa blanca con el logotipo de la organización, un cedro dibujado de forma esquemática por medio de varios trapecios verdes y marrones.

-Ummm –oteó el compendio de propaganda con interés- Tienen ustedes materiales de gran calidad.

-Es importante visualizarse y llegar a las personas con un mensaje claro y comprensible. Digame, señor Primaveras. ¿Qué ha sido lo que le ha interesado de nuestra organización, Partido Político?

- Bueno, digamos que siento la necesidad de involucrarme en algo y defender mis ideas con otras personas que las compartan

-¿Conoce nuestro decálogo de ideas?

-No sé. Yo defiendo la libertad, la igualdad de oportunidades, el individuo…

-Sabe usted que nuestra organización, pese ostentar el gobierno del país, en esta región está muy mal vista

-Sí. Es un handicap. Pero yo creo que ustedes lo están haciendo bien. Y por eso quería ofrecer mis servicios. Mire esto…

Le extendió dos folios mecanografiados sobre la mesa y hizo un ademán de adoptar una posición ofensiva, lanzada hacia adelante.

-Quiero que queden claras mis capacidades y mi elevada formación. Creo que puedo aportar mucho a este partido y llegar a ser un dirigente destacado, con influencia social y respetado por la ciudadanía.

El entrevistador intentó esconder su sorpresa ante los papeles que tenía delante. Se trataba de un currículum vitae.

-Mis características son: la ambición personal, el perfeccionismo, la capacidad de iniciativa y el trabajo en equipo. Si mira, tengo diversas referencias de empresas en las que he servido como abogado o de clientes que han requerido mis servicios jurídicos. Aparte, señalaría mis estudios en la Escuela Superior ESADE, y también mis hobbys, como es la equitación, la lectura, o viajar siempre que puedo. Quiero que quede muy claro que mi formación, mi carácter y mi talante pueden ser muy útiles para Partido Político.

Entrevistador ya no podía ocultar su perplejidad y salió de ese atolladero como pudo. Le sorprendía una presentación tan aplastante, como si su acompañante buscara un trabajo, con currículum por delante y frases sacadas de una selección de personal cualquiera. or no hablar de ese rostro que de angelical se transformó, mientras recitaba con gran seguridad su último párrafo, en el de una especie de tiburón de las finanzas dispuesto a hundir el sistema monetario europeo. Sin embargo y pese las dudas, andaban muy necesitados de cuadros, y una nueva alta siempre era bienvenida.

-Bueno, señor Primaveras… quizás no era necesario que nos adjuntara esta documentación, pero si queda claro su interés en nosotros. Me gustaría darle esta copia de los estatutos para que los conozca y, si da su conformidad, le daríamos el alta en nuestros censos. Necesita dos avales, pero yo se los ofreceré asumiendo uno de ellos.

-No hace falta. Quiero entrar de inmediato en su organización.

-Ponga sus datos personales en esta ficha de afiliación, si es tan amable, y en unos días recibirá noticias nuestras. Eso sí, me gustaría preguntarle… cual es su disponibilidad horaria

-Es absoluta. Si ustedes apuestan por mí, lo puedo dejar todo al servicio de Partido Político.

“Mal sitio si lo que quiere es vivir de la política”, pensó Entrevistador para sus adentros.

-Firme aquí y introduzca sus datos bancarios. Ummmm por su lugar de residencia, le corresponde la agrupación Mar, esta misma. Dentro de unos días se proyectará en ella un documental de la fundación FASC. ¿La conoce?

-No, no tengo conocmiento de ella.

-FASC es la Fundación de Análisis Sociales Científicos. Realiza charlas, escuelas, seminarios y edita libros, tanto divulgativos como académicos, acerca de nuestros estudios sobre el individuo, la sociedad, la democracia y los enemigos que la acechan. El último material es un vídeo acerca del actual dictador transjordano, Michel Aflac. Ya sabe, las amenazas que supone para la paz, su autoría en el genocidio kurdo, y las conexiones con amigos internacionales como Fidel Castro, Pol Pot, Ferdinand Marcos, Pinochet y Miterrand, por no hablar del supuesto movimiento pacifista. Si desea puede pasarse, será el miércoles de la próxima semana aquí mismo, sobre las siete.

Algo decepcionado, Alberto sacó la agenda electrónica Palm y anotó la cita. ¡Una invitación a un acto! La impaciencia le mataba. Actos, mitines, discursos, titulares. Le sabía a poco un documental. Pero por algo había que empezar.

-Allí estaré, no lo dude.

-Bueno, pues no hay mucho más de que hablar entonces –le estrechó la mano- Un saludo y nos vemos pronto

-Hasta la vista… por cierto, ¿Cómo se llama usted?

-Gorka. Gorka Borroka Ixo.

-¿Vasco?

-Sí. Ya sabe usted el terror que tenemos que sufrir en las vascongadas por defender libremente nuestras ideas. Y lo peor es la hipocresía que radia la clase política de allí, porque en realidad unos dirigen su odio con la palabra, pero otros disparan. Y en un sentido físico. El pueblo vasco no es un pueblo libre, está chantajeado por el terrorismo.

-Bueno… creo que tiene usted razón. De todas formas, sobre eso ya hablaremos, no?

-Cierto.

-Pues entonces, hasta la próxima

-Un placer Alberto…

Gorka miró al nuevo afiliado como abandonaba la sede con cierto aire distinto al de los pocos que llegaban directos allí, por lo normal personas ya conocida y con referencias. Irradiaba otro aire. Aire de expectativas algo frustradas.

-¿Que te ha parecido el nuevo, Gorka?

-Miedo me da. Otro trepa en potencia.

1 comentario

PennyLane -

esto me huele a que está inspirado en hechos reales......
me equivoco? lo que está claro es q ese tal Alberto es un trepa.

BEXETS!