Integrity
Por qué Gerardo Iglesias me cae simpático
Hacia finales de los años 80 recuerdo perfectamente como el líder de los comunistas, tras abandonar sus responsabilidades como parlamentario y como dirigente en el PCE y IU, volvía a aquel sitio de dónde había salido: la galería de una mina. El plano televisivo era claro y obvio: su mono azul, su casco con luz, y su espera frente al ascensor del pozo. Solo le faltaba alguna canción de Nuberu para dibujar una estampa aún más preciosa.
No hay mucho más que decir. Desde entonces me cae muy simpático. Luego te enteras de que el hombre que levantó al PCE del desastre electoral en su momento se le intentó desprestigiar de todas las maneras. Que si alcohólico, que si mujeriego. Sin embargo, esa imagen del tío que poco antes ponía a Felipe contra las cuerdas en los debates sobre el estado de la nación volviendo otra vez a su puesto de trabajo es algo que todavía hoy retengo como una muestra de honradez y integridad intachable. Discrepancias políticas aparte.
Eso por no hablar de que, aparte de ser considerado el líder político más atractivo del momento -incluso en El jueves bromeaban con ello-, creo que es un icono pop de los años 80 a recuperar.
4 comentarios
Eliane -
yo mismo -
ricardo -
(Wikipedia dixit)
marianosuperstar -
Todo un ejemplo este tío. Lo de volver a la mina no tiene precio. ¿que ha sido de el?
Deberíamos hacer camisetas con este hombre.