Siete días de enero
Hoy no pienso hablar ni de Bin Laden, ni de las elecciones yankis, ni de si la aparición de este Fantomas de la posmodernidad por Al Jazeera alterará los votos a Maese Kerry o a Maese Bush. Hoy voy a hablar de un director que falleció hace justamente dos años, y de una de sus películas que más me gusta. Se trata de Juan Antonio Bardem.
Recuerdo verlo, pocas semanas antes de su fallecimiento, en un homenaje que el Partido Comunista le realizó en su fiesta anual en la Casa de Campo. Allí, acompañado de su amigo Eduardo Haro Tecglen y de algún dirigente del PCE que no recuerdo, se hizo un breve repaso por la carrera del cineasta. Tras unos regalos, unas palabras de agradecimiento y un documental que se filmó, el veteranísimo director, ya con graves problemas de salud, se empeñó en levantarse de la silla, alzar el puño y hacer cantar La Internacional al público que hacía rebosar el auditorio de la Casa de Campo. Era domingo por la mañana, pero puedo asegurar que la escena habría conmovido hasta al más escéptico.
Y pongo este título porqué es, de las películas que he visto suyas, una de las que más me llama la atención. 7 días de enero podría haber dado el pistoletazo de salida a un cine político español de calidad, pero que no llegó a consolidarse. Los que estéis ya metidos en estos asuntos, sabréis que el film reconstruye los primeros días de enero de 1977 y los sucesos que enturbiaron la delicada situación política del momento. Rápidamente: el principal partido de la oposición antifranquista (PCE-PSUC) sigue ilegalizado, las manifestaciones por la Amnistía son diarias. En una de ellas muere un estudiante en extrañas circunstancias. Al día siguiente, en la manifestación de protesta, otra persona cae muerta. Mientras tanto, el transporte en Madrid continúa su huelga; los convoys del metro han sido militarizados. Y una extraña organización terrorista, los GRAPO, secuestra a un alto cargo del Ejército.
En ese contexto, un comando de la extrema derecha asalta un despacho de abogados laboralistas de CCOO y del PCE, dando muerte a cinco de ellos y hiriendo gravemente a varios de ellos.
En el film no se descarta ninguna de las posibles hipótesis del móvil de la matanza. Desde la que en un principio se esgrimió en el juicio (un comando de ultraderechistas financiado por el sindicato vertical del transporte, con el objeto de asesinar al líder de la huelga y miembro de CCOO, Joaquín Navarro), pasando por conexiones policiales, hasta la insinuación de una posible trama negra a la que estarían vinculadas desde los grupos del entorno de Blas Piñar (líder posterior de Fuerza Nueva) hasta la extrema derecha italiana que en su momento estuvo a punto de cometer un golpe de estado contra la República Italiana en 1973.
Bien, otra vez comento cosas que me interesan. Pero si en 1999 mismo la sede del Sindicato Universitario al estaba afiliado fue asaltada por cuatro pistoleros miserables y golpearon al administrativo hasta que les facilitara nuestros datos personales (cosa que no hizo) y nadie se acuerda de ello, imaginaos algo que ocurrió cuando el que escribe esto probablemente acababa de ser engendrado. Contextos históricos diferentes, totalmente de acuerdo. Pero, sin embargo, que en un momento en que los vándalos de la extrema derecha parecían haber sido recluídos en la marginalidad sigan dándose casos de este tipo y no se esclarezcan los autores del hecho, me parece aterrador.
Hay mucho para leer, pero aquel que quiera saber más en la red hay interesantes documentos históricos.
Ya sabemos que los pueblos que olvidan su historia, están condenados a repetirla. Y por desgracia,los chicos que hoy en día salen de la ESO conocen muy poco quién era el señor ese bajito, quién es el momio que gobierna en Galicia, y quién es el pajárraco miope que hoy en día está en la presidencia de Sogecable.
Recuerdo verlo, pocas semanas antes de su fallecimiento, en un homenaje que el Partido Comunista le realizó en su fiesta anual en la Casa de Campo. Allí, acompañado de su amigo Eduardo Haro Tecglen y de algún dirigente del PCE que no recuerdo, se hizo un breve repaso por la carrera del cineasta. Tras unos regalos, unas palabras de agradecimiento y un documental que se filmó, el veteranísimo director, ya con graves problemas de salud, se empeñó en levantarse de la silla, alzar el puño y hacer cantar La Internacional al público que hacía rebosar el auditorio de la Casa de Campo. Era domingo por la mañana, pero puedo asegurar que la escena habría conmovido hasta al más escéptico.
Y pongo este título porqué es, de las películas que he visto suyas, una de las que más me llama la atención. 7 días de enero podría haber dado el pistoletazo de salida a un cine político español de calidad, pero que no llegó a consolidarse. Los que estéis ya metidos en estos asuntos, sabréis que el film reconstruye los primeros días de enero de 1977 y los sucesos que enturbiaron la delicada situación política del momento. Rápidamente: el principal partido de la oposición antifranquista (PCE-PSUC) sigue ilegalizado, las manifestaciones por la Amnistía son diarias. En una de ellas muere un estudiante en extrañas circunstancias. Al día siguiente, en la manifestación de protesta, otra persona cae muerta. Mientras tanto, el transporte en Madrid continúa su huelga; los convoys del metro han sido militarizados. Y una extraña organización terrorista, los GRAPO, secuestra a un alto cargo del Ejército.
En ese contexto, un comando de la extrema derecha asalta un despacho de abogados laboralistas de CCOO y del PCE, dando muerte a cinco de ellos y hiriendo gravemente a varios de ellos.
En el film no se descarta ninguna de las posibles hipótesis del móvil de la matanza. Desde la que en un principio se esgrimió en el juicio (un comando de ultraderechistas financiado por el sindicato vertical del transporte, con el objeto de asesinar al líder de la huelga y miembro de CCOO, Joaquín Navarro), pasando por conexiones policiales, hasta la insinuación de una posible trama negra a la que estarían vinculadas desde los grupos del entorno de Blas Piñar (líder posterior de Fuerza Nueva) hasta la extrema derecha italiana que en su momento estuvo a punto de cometer un golpe de estado contra la República Italiana en 1973.
Bien, otra vez comento cosas que me interesan. Pero si en 1999 mismo la sede del Sindicato Universitario al estaba afiliado fue asaltada por cuatro pistoleros miserables y golpearon al administrativo hasta que les facilitara nuestros datos personales (cosa que no hizo) y nadie se acuerda de ello, imaginaos algo que ocurrió cuando el que escribe esto probablemente acababa de ser engendrado. Contextos históricos diferentes, totalmente de acuerdo. Pero, sin embargo, que en un momento en que los vándalos de la extrema derecha parecían haber sido recluídos en la marginalidad sigan dándose casos de este tipo y no se esclarezcan los autores del hecho, me parece aterrador.
Hay mucho para leer, pero aquel que quiera saber más en la red hay interesantes documentos históricos.
Ya sabemos que los pueblos que olvidan su historia, están condenados a repetirla. Y por desgracia,los chicos que hoy en día salen de la ESO conocen muy poco quién era el señor ese bajito, quién es el momio que gobierna en Galicia, y quién es el pajárraco miope que hoy en día está en la presidencia de Sogecable.
2 comentarios
Kali -
Sergio -