Straight outta Compton

Iba yo tranquilamente al currele en metro, a las 6 de la mañana del día 6 del mes 1 -vaya, lo siento por aquel que intuyese una coincidencia satánica- y esperaba encontrarme a los borrachos y al camello del rey Gaspar. En eso que tres señores, de etnias que no citaré para no violentar la deontologia al uso, absolutamente uniformados en el cliché de lo que debe ser un mangui, ocupan los asientos libres que quedaban a mi alrededor. Lo vi muy claro: estos son chorizos Fórum, de corbata. Llevan su uniforme, pero no intimidan. No intimidaban ni con su lenguaje, absolutamente de manual. Es que el poder amezanante podía ser equiparable al de Matt Demon haciendo de Torete. Que te saco la navaja (¿navaja? ¿desde cuando ese lenguaje tan pulcro?), que te voy a pegar (¿pegar?, aparte de ese vocablo 100% RAE, sí, recibí un golpe en el estómago tan de juguete que me quedé absolutamente igual). Me permití hasta sacarles la libreta de ahorros y decirles "mirad, voy a trabajar y estos 11 euros son mis ahorros". Como el arriba firmante se quedaba igual, y hasta vacilaba a sus atracadores, lo iban reintentando una vez y otra vez en vano. Hasta que al final, y ya transcurrida casi la línea 2 al completo, el mas pulcro de todos -de diseño, oiga- que debía estar aburrido de todo el asunto, se me pone a buscar en el bolsillo delantero de mi chupa y obtiene el botín definitivo, 50 céntimos de mierda con los que marcharon y se bajaron, satisfechos, en Passeig de Gràcia.
Y es que no, que ni la delincuencia es lo que era. No hace falta ver películas de De la Loma para darse cuenta de como eran antes las cosas. Solo se me ocurre pensar que en fin, que ahora se ensañaran más con el Tourist, que por eso You're the terrorist. Pero nada de lo clásico: ni jeringuillas sospechosas, ni navajas de seis dedos, ni lenguaje hiriente. A estos les ha venido el Equipo G, o el Barcelona posa't Guapa - Fem'ho B, y nos los han cambiando.
Escuchando: Coma Girl - Joe Strummer & The Mescaleros
5 comentarios
Maria -
Ten en cuenta que antes los quinquis dejaban el cole a los 14 y tenían 24 horas al día para dedicarlas al estudio y práctica del "manual del buen quinqui". Hoy en día se pierden estos años de hormona revolucionada en el cole hasta los 16, y encima tienen que hacer el "treball de recerca" con el que aprenden cómo se las gastan los organismos públicos a la hora de facilitar cierta información.
Resumiendo: antes, con esfuerzo y dedicación, llegaban a ser unos manguis con futuro. Hoy en día aprenden educación a ostias y, claro, se les queda la deformación a posteriori y no quedan convincentes en absoluto. Ésta es realmente la manera que tienen de cargarse el patrimonio histórico social que aporta a Barcelona el mangui de a pie.
Chica -
Un saludo!
david -
lara -
Ángel Fernandez Franco -