Snakedriver

Desde la portada, obra de Nazario, hasta la contra, copia de la del número uno de 1979 y obra del mismo, todo en éste número tiene algo de áurea emotiva, de saber ser concienstes de llegar al fin. Mauro Entrialgo lo deja muy claro en sus páginas dedicadas a El Demonio Rojo -para iniciados,el mismo plumilla que dibuja en el Jueves a Angel Se Fija. Alvarez Rabo, en una historieta en la que se muestra en su supuesto trabajo en el Corte Inglés, queda absolutamente frustrado cuando un cliente suyo y el padre de éste, que se han revelado como lectores de El Víbora, no recuerdan a Rabo como uno de los más grandes, por su mezcla de humor cafre, sexo salvaje y política. A este coctel cabe añadirle los testimonios de los varios redactores jefes que ha tenido la revista, incluído el ínclito, y hoy conocido por otras tareas, Hernán Migoya - juro que no he leído su libro, así que no opino-.
Hay mil cosas más, no pienso revelarlas. Sólo espero que hagáis como yo, que me puedo equiparar a cualquiera de los manifestantes de la historieta de Man en este número, redimáis vuestros pecados y os llevéis esta edición número 300 de la revista para supervivientes por excelencia.
P.D. El otro día en el metro, haciendo la misma ruta para acudir a mi sub-trabajo, me volvía encontrar a los manguis de plastelina que mencionaba en el post anterior. Mismo recorrido, mismo horario. Un chorizo de verdad no se expone tan fácilmente a las evidencias, por lo cual empiezo a sospechar realmente que se trate de trabajadores subcontratados por el ICUB , dentro de las actividades de "BCN, fem-ho B" para mantener la delincuencia de a pie, se conserve como bien cultural, y de paso no nos permita recordar que los verdaderos delincuentes son otros.
Escuchando: Makoki - Paraíso
2 comentarios
Klaudia -
Maria -