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I Fought The Law

Esto no es el oeste, pero aqui tambien hay tiros

Esto no es el oeste, pero aqui tambien hay tiros La realidad supera la ficción. O al menos eso pensaba Gorka mientras esperaba el autobús 331 en Conde de Casal, esa insana plaza de Madrid por donde pasan todos los que huyen a Valencia por la Nacional III. Una realidad no ficcional, helada por la tercera ola de frío polar en dos meses. Abandonada su faceta de piesnegros antiglobalizador, sus misteriosos jefes le había encuadrado en tareas absolutamente inverosímiles. Ni diábolo, ni perros, ni, muy a su pesar, consumo de calimocho. Ahora Gorka lucía su cuidada barba, un corte de pelo clásico, trajes informales. Un profesional liberal cualquiera, empleado como ingeniero en unas cooperativas de la localidad guipuzcoana de Mondragón.
Sacó el MetroBus y canceló un viaje. Se sentía como un jovencísimo Hitler envíado al acto del Partido Obrero Alemán en 1919, haciendo de simple informador. Unas nuevas gestiones telefónicas lo habían metido en un grupúsculo político de reciente factura: el Partido Revolucionario del Pueblo Vasco. EHIA-PRPV se trataba de un puñado de antiguos militantes de la extrema izquierda vasca, reunidos por los viejos ideales de la independencia y el socialismo. Veteranos del EMK, desencantados de la disolución del mítico partido HASI de Santi Brouard, y alguno del PC punto. Paladines de la clase obrera pertenecientes, paradójicamente, a la clase media. Y ahí estaba, en status de premilitante, recibiendo cursos teóricos del socialismo científico. Quién lo diría de él, que se había estrenado haciendo petardos para los Comandos Autónomos y consideraba autoritarias a las organizaciones políticas.
En la parada indicada, subió el contacto. Era otro tipo con pinta de funcionario de la administración de justicia, con aire cansado, cargado con un pesado maletín. Se sentó junto a él. Gorka llevaba en sus manos un 20 Minutos con la contraportada rasgada.
-Tanto fue el cántaro a la fuente...
-...que al final se compró un bonobus -dijo Gorka sin titubear.
La contraparte se mantuvo unos segundos en silencio, como preparando la protocolaria primera frase, cuando Gorka le cortó.
-Dile a los tuyos que a ver si se curran mejores contraseñas. Que esto es patético.
-Tú a callar. Yo solo soy un simple correo. No me tomes como un colega, porque no lo soy. A ver, dime ¿cómo te va esa premilitancia?
-Estos tios son cuatro gatos muertos de hambre que sólo hablan de Stalin y de la gran traición de nosequé congreso del PCUS. Un par de profesores de universidad, varios abogados, algunos empleados de banca y un puñado de afiliados de base del LAB y de ESK. La nueva amenaza a la paz mundial y a la unidad del estado, vamos. Es que me mandáis trabajos asquerosos, sabiendo además de que pie cojeo. ¿Para que puñetas...
-La primera regla del proyecto Mayhem es: no hacer preguntas del proyecto Mayhem.
-Sí, yo también vi El Club de la Lucha. Unos aficionados, me hubiera gustado verlos en mis épocas en los Comandos.
-Así me gusta, colaboradores con cultura cinematográfica. Bueno, creo que te han dado las instrucciones -dijo mientras dejaba el maletín en el suelo y cogía el de Gorka-. Ésta es tu parada. Ya sabes lo que debes hacer. Nada de gastárselo en calimocho. Te vigilamos, recuerda. No nos gustó nada esa fiesta improvisada que te montaste el trece de marzo sobre el andamio del local del PP en Barcelona, bebiendo a morro de una garrafa.
Gorka hizo que no había escuchado la última frase, apretó el botón y se bajó en la Universidad Politécnica. Mientras se giraba, vio al autobús perdiéndose entre la noche y las luces de la autovía.

Poco antes del acto central de Oiartzun, Unai hacía correcciones a su discurso con un boli Bic especialmente mordido y se paseaba arriba y abajo de los vestuarios. En su vida había pasado tantos nervios. Nunca se había dirigido a un auditorio de más de 15 personas y era en las asambleas de su empresa de limpieza de sanitarios como delegado de LAB. Aquella noche, por contra, se enfrentaba a un polideportivo repleto de gente. Y ni mucho menos se imaginaba que ese ejercicio de nostalgia adolescente consistente en organizar otra vez el partido del pueblo trabajador vasco llegase tan lejos. Esa bolchevización de los patriotas vascos le retrotraía, sin duda, a los buenos tiempos de HASI y de las vacaciones en Tirana. Le extrañaba todo, pero no iba a despreciar ese caramelo tan goloso que la ilegalizada candidatura Euskal Herria Aurrera le había ofrecido.
-Ya has oído la COPE no? Otra vez diciendo perrerías de nosotros. El Fede como siempre pasándose mil pueblos. Que si somos de ETA, que si el PSOE nos tolera, que si es todo parte de la misma estrategia, que si Euskal Herriaren Iraultzako Alderdi una lista blanca de la izquierda abertzale. Cualquier día encontrarán asesores militares de los Tigres del Tamil en nuestras filas. Este tio es subnormal, si se tomase unos chacolís, anda la ostia, verías tu que rápido se le pasaban las chorradas...
Gorka irummpió en la sala cogiendo al candidato del hombro violentamente.
-Unai, puñetas, sal ya a tribuna. Y deja de hablar al espejo, ostias, te estás volviendo majara. Si no fuera por mi, vaya mierda de campaña habríamos montado, y mira q soy un premilitante de mierda. Cuando te haga la señal, conectan los de la tele, ya sabes lo que debes hacer: ¡exaltarte!

"...qué hemos obtenido de estos años? ¿qué nos ha ofrecido este gobierno? ¿acaso hemos avanzado en la liberación nacional y social del pueblo trajador vasco? Ni los jelkides, ni sus almas gemelas de EA han dado pasos firmes en la ruptura con el expolio del estado español. Tampoco los de Madrazo han avanzado en la emancipación de la clase trabajadora, jugando al verbalismo izquierdista a la vez que aplicaban el neoliberalismo y se sometían como sucursal del partido español del que dependen. Nuevamente, el reformismo, el parlamentarismo, se muestran como un veneno destructor del potencial del pueblo. Un votante del PRPV ha de ser una persona que combata al día siguiente de ir a la urna. Un voto al PRPV es un castigo a los que mandan, dónde más les duele, a España y a las oligarquias opresoras. Un voto no pactista que usará el parlamento de Gasteiz para lo único que sirve, que es como altavoz de las injusticias que sufre el pueblo trabajador vasco, alegado de los partidos de la burguesía y los colonizadores. Gora Euskadi Sozialista! Gora Euskadi Askatuta!"

Un Eusko Gudariak entonado valientemente por ancianos de chapela, jóvenes con coleta, tenderos y agricultores, fue seguido por una Internacional desincronizada, leída a partir del texto auxiliar repartida por el servicio de orden durante el acto. Gorka seguía el espéctaculo como acompañante de confianza de Unai, que era acosado por los micrófonos de la prensa y sus preguntas impertinentes. Consumido por los nervios y la inexperiencia, el candidato declinaba responder, alegando que ya lo haría en otro momento. ¿Qué piensa de las acusaciones? ¿Le han atribuido dos años de militancia en HB durante los 80, que opina usted? ¿Piensa que será detenido el Athlético de Bilbao por un auto de Garzón? ¿Consumía Gaseosa Cruz de Gorbea en su infancia? ¿El fallecimiento del Papa influirá en un descenso de la participación del electorado peneuvista?
Suspiró Gorka internamente cuando vio que su protegido seguía sin inmutarse ante la pregunta más puntillosa de todas:
-Atribuyen a su formación un 15% de voto dejando al gobierno actual en minoría. ¿Cual cree que será los movimientos postelectorales en la conformación de un nuevo gobierno?
-Luego responderemos a esas preguntas en rueda de prensa, por favor, dejen pasar...

Sólo deseaba que ese circo acabara y lo reconvirtieran de nuevo en joven antiglobalizador.

Escuchando: Now! - The Hellacopters

3 comentarios

eso -

vaya mierda de pagina de progres etarras nazionalsocialistas,
al gobierno frances no os enfrentais,cobardes.

el autor -

Me cachondeo de las tesis más conspiranoides de las derechas liberales, vía FAES, Libertades Digitales y otras hierbas.

Oscar -

Gorka, o el Ojo de Ferraz. O del Padre Huidobro (avenida, claro).