Free speech (for the dumb)
Mi amigo K lleva todo su vida dibujando. Desde hace muchos años ilustra sueños, noches de alcohol, anhelos revolucionarios. Su trazo, su dibujo, su color, es bastante conocido gracias a diversas publicaciones en las que ha sido colaborador. Después de retratar de forma fiel muchos años de subcultura juvenil urbana, el gusanillo izquierdoso se ha impuesto en su obra, y sus viñetas son ahora el altavoz de todos los sin voz.
Sin embargo, andaba ayer K algo preocupado, y es que sus jefes le habían comunicado que en las páginas que debe entregar próximamente no puede aparecer ninguna referencia, ni nada que recuerde, a Telefónica, compañía de telecomunicaciones antes pública y ahora privada -el lector habitual habrá visto qué grave es la situación dado la cantidad de veces que repito esta frase estos días- que en tiempos recientes gusta de colonizar economicamente casi toda América Latina.
Con todos los dibujos hechos, la tinta seca, los textos acabados, se impone el remedio rápido: usar la cuchilla de afeitar, sobreponer papel, y ante todo usar el ingenio. Si está retratando la lucha laboral de varios trabajadores de una empresa adscrita Telefónica, es imposible no referirse de manera directa a la matriz.
La libertad de prensa es eso. Como decía Jaume Perich, gracias a la libertad de expresión uno puede criticar a los gobernantes sin que le pase nada, pero no sólo a él sino también a los gobernantes. En el mundo editorial, la libertad de prensa es algo todavía peor, y consiste en criticar y explicar la realidad, por desagradable que sea, siempre que no molestes al señor que te contrata la publicidad. Cerca un 40% de la financiación de la prensa de este país es publicidad, y no pequeños anunciantes. ¿Quién va a criticar la política laboral día tras día de SEAT o El Corte Inglés, si estas firmas te financian con varias páginas completas de publicidad. La mano que da de comer es la depositaria de la libertad de expresión. Y la mano que da de comer en este occidente libre condiciona la existencia real de una sociedad crítica, abierta y sin miedos. Hace 30 años en este país no sólo se fusilaba a los luchadores antifascistas, sino que una ley promulgada por Fraga estipulaba qué podiías decir y que no. Hoy, con nuestro feliz mundo libre, un consejo de administración vía el departamento de publicidad y markéting decide estrangular económicamente o no a aquel que nos toque las narices. Como es visible, el progreso es imparable y las cortapisas cada vez son más ingeniosas.
PD: Mi saludo desde estas líneas a K y deseo que su ingenio creador haya sido capaz de solucionar el asunto.
Escuchando: En la pecera - Discipulos de Dionisos
Sin embargo, andaba ayer K algo preocupado, y es que sus jefes le habían comunicado que en las páginas que debe entregar próximamente no puede aparecer ninguna referencia, ni nada que recuerde, a Telefónica, compañía de telecomunicaciones antes pública y ahora privada -el lector habitual habrá visto qué grave es la situación dado la cantidad de veces que repito esta frase estos días- que en tiempos recientes gusta de colonizar economicamente casi toda América Latina.
Con todos los dibujos hechos, la tinta seca, los textos acabados, se impone el remedio rápido: usar la cuchilla de afeitar, sobreponer papel, y ante todo usar el ingenio. Si está retratando la lucha laboral de varios trabajadores de una empresa adscrita Telefónica, es imposible no referirse de manera directa a la matriz.
La libertad de prensa es eso. Como decía Jaume Perich, gracias a la libertad de expresión uno puede criticar a los gobernantes sin que le pase nada, pero no sólo a él sino también a los gobernantes. En el mundo editorial, la libertad de prensa es algo todavía peor, y consiste en criticar y explicar la realidad, por desagradable que sea, siempre que no molestes al señor que te contrata la publicidad. Cerca un 40% de la financiación de la prensa de este país es publicidad, y no pequeños anunciantes. ¿Quién va a criticar la política laboral día tras día de SEAT o El Corte Inglés, si estas firmas te financian con varias páginas completas de publicidad. La mano que da de comer es la depositaria de la libertad de expresión. Y la mano que da de comer en este occidente libre condiciona la existencia real de una sociedad crítica, abierta y sin miedos. Hace 30 años en este país no sólo se fusilaba a los luchadores antifascistas, sino que una ley promulgada por Fraga estipulaba qué podiías decir y que no. Hoy, con nuestro feliz mundo libre, un consejo de administración vía el departamento de publicidad y markéting decide estrangular económicamente o no a aquel que nos toque las narices. Como es visible, el progreso es imparable y las cortapisas cada vez son más ingeniosas.
PD: Mi saludo desde estas líneas a K y deseo que su ingenio creador haya sido capaz de solucionar el asunto.
Escuchando: En la pecera - Discipulos de Dionisos
6 comentarios
I Fought The Law -
mia -
K -
Estimado cliente:
Por parte de nuestra Dirección, se han dado instrucciones a todas las
tiendas para que sean retirados de la venta, de forma inmediata, todos los
productos del grupo Soziedad Alkoholika
Atentamente,
Servicio al Cliente 901.122.122
EL CORTE INGLÉS
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Lamentandolo mucho y tras comprobar que son ustedes unos fascistas
censores, por la retirada de los discos de sociedad alcoholica, les informo
que han perdido un cliente, no volvere a comprar un solo disco en sus
tiendas, pueden comprobar que soy cliente habitual mi numero de tarjeta es
600833 0100605401 120
que os den
Ivan -
Puta censura editorial de los cojones...
El arte de las viñetas como las que dibuja el señor K son muy utiles para extender la solidaridad, el internacionalismo y la conciencia de lucha obrera. No te rindas K!
I Fought The Law -
K -
pero no ha sido con hoja de afeitar con lo que he quitado lo de Telefonica,sino con tipex..ese gran invento
en cuestion eran 3 veces que tenia que borrar la palabra Telefonica(no valia poner ni Timofonica ni similares)
en una puse "tu-ya-sabes-quien"..en una viñeta sobre 10 despedidos por hacer Huelga.
en otra,"la compañia"..y en la 3ª, telemarqueting"..que hace mas referencia al problema general..
el problema es la siguiente entrega,ke habla de la censura impuesta por el corte ingles a los discos de Soziedad alkoholica....me imagino ke pondre: "ke les folle un pes",,dentro de un triangulito verde..a buen entendedor..y es que estamos volviendo como cuando Franco..leer entre lineas..
ea,salu ke haya
me lo pedia el cuerpo.
K