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I Fought The Law

Sixteen

"Es una monstruosidad que a estas alturas del siglo las mayores y mejores energías de los vascos se quemen en la lucha contra Madrid y no en dar un sentido progresista a la lucha de clases"

(Juan María Bandrés, refiriéndose al nacionlismo vasco denominado de izquierda. Curioso resaltar que él mismo entonces era diputado en Madrid de la abertzale Euskadiko Ezkerra. 1986, citado en el libro de Vázquez Montalbán que mencioné en el anterior post)

Un servidor entonces no tenía más de 15 años, y aquella mañana lo escuché de su boca. Él sonreía, ya tenía leves dejes de altanería que no me hacían sospechar que iba para diputado en cortes, tal y como ocurrió una década después pero ya disfrazado de moderno ecologista con bicicleta. Le había respondido a un colega que había subido también conmigo allí arriba, a Sant Cugat del Vallés, a una reunión de la reconvertida Juventud Comunista en un engendro entre el radicalismo italiano y cierta alternatividad descafeinada. "Disculpa, pero el proletariado no existe". Se quedó con su cara de autosuficiencia tan pancho, a la vez de que contaba los microsegundos para que sus avanzados adláteres hicieran sutiles gestos de aprobación. El optimismo de la voluntad había sido vencido por el pesimismo de la razón, en vez de conjugarlos en dificil dialéctica. Era 1993, y el baúl de los recuerdos aumentaba de tamaño para algunos en progresión geométrica, a la vez que la renuncia y los disfraces ideológicos se repartían entre esos jóvenes, más almibarados que muchos de sus propios mayores.
"El proletariado no existe". Pretendía dar una exhibición de dominio de la moderna sociología y modernización política en tiempos difíciles, e incluso si tuviese que protegerse de ataques afilados recurriría a la lingüística para referirse al concepto formal y no al significado que sí podría mantenerse. No recurrió a la segunda ni tan siquiera para evitar herir susceptibilidades como la mía, que por aquel entonces aún veía a mi padre volver en mono azul de la fábrica de pinturas.
Eliminado significante y significado, algunos emprendieron con tranquilidad la reconversión. Otros seguimos tercos. La reconversión incluye asumir discursos identitarios del nacionalismo catalán, y es hoy lo que vemos con amargura aquellos que creemos que algo nos une a la mayoría por encima de las fronteras. Unos y otros, unos a un lado y otros a otro.

Escuchando: The hand that feeds - Nine inch nails

1 comentario

Zenia -

SALUDOS.

Jamás he entendido bien ese asunto de los vascos, hay varios puntos de vistas acerca de ese nacionalismo.
¿No sería mejor trabajar por la integración?.
Es un asunto que está bien lejos de mi realidad nacional, pero intento entender.