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I Fought The Law

The Ballad of Bonnie & Clyde

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Hace poco vi esta joya del cine y borré, por fin, una película más en mi lista de las consideradas "imprescindibles". Bonnie & Clyde, esa obra maestra dirigida por Arthur Penn, significó el inicio del Hollywood adulto. Un Hollywood de directores y guionistas que rehuían de los convencionalismos, del conservadurismo, y que tocaron temas que hasta entonces eran auténtico tabú.
Aunque para tabú, la deliciosa historia de estos dos fugitivos de la ley. En plena depresión del 29, rehuyen del futuro de mierda que los EEUU les deparaba y se lanzan carretera por el sur. Y en su periplo, deciden robar solo bancos, dado que ven como son estos mismos los que embargan las propiedades y los bienes de los humildes, esos a los que en teoría la ley debería proteger, cuando sólo protege a los poderosos.
Ahí esta el quid de la cuestión en Bonnie & Clyde. Por primera vez, en el simplista cine norteamericano de la era post-Caza de Brujas, se invierten los términos de bien y mal, de villanos y justicieros. Y los teóricos malos, unos atracadores de bancos, por obra y gracia de un cine que se había hecho mayor y de una sociedad en transformación, son de repente los buenos de la película. Y no por vía de la apología ni el panegírico, sino por medio de descargar de moralina la trama y mostrar la vertiente humana de los personajes. A la cristianoide y bienpensante meca del cine esto le sentó, de manera casi gráfica, como una gran patada en el culo. No podía soportar las muestras de apoyo que en el film Clyde Barrow y Bonnie Parker recibían por parte de los habitantes de allí por dónde se movían, ni el odio y la violencia hostil mostrada por una policía que tiraba a matar. El film de Penn sufrió el boicot de las distribuidoras, los estudios y las productoras, pero al final se impusó el sentido común y el film fue un éxito.
Ya lo he dicho, con este film el cine se hizo adulto, al menos por una década. Lo que tuvimos que tragar después es otra historia, pero en mi recuerdo estará grabado para siempre la preciosa fábula de esa pareja de atracadores que robaban a los bancos y eran adorados por los humildes. Y asimismo, tambien quedará para la eternidad esa fantástica interpretación de un Warren Beatty y una preciosísima Faye Dunaway más inspirados que nunca.

Escuchando: Trabajar para el enemigo - Siniestro Total

1 comentario

Colibrí Lillith -

Bueno, ya has engrosado un poco más mi escasa cultura en el mundo del cine, jeje. La verdad es que la idea es buena, y en el contexto histórico, ideológico y cultural en el que lo sitúas pues, mejor aún.
Me gusta porq me recuerdan a Robin Hood, claro que si al final se quedan con lo que roban en lugar de repartirlo entre los que lo necesitan, la figura de héroe se me cae un poco, jeje.