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I Fought The Law

Escribo estas líneas desde la decepción que produce el que un navegador tonto me destroce la obra recién escrita que tenía lista para ser colgada. He tomado aire -muy frío- y me he lanzado otra vez.

¿Tengo algo importante que decir? Yo creo que sí. ¿Encuentro el momento adecuado para exponer historietas como la del Cadillac de Carrillo? Sí. ¿Porqué no lo hago? Creo que mi momento de mayor efervescencia mental es por la noche, antes de acostarme; algo que no ayuda mucho a dormir en condiciones precisamente. Y en esa tesitura me encontraba anoche, con mil ideas por la cabeza. Reflexiones personales, milongas varias que encuentro cuando navego por ahí, consumo de películas y libros, poca cosa de actualidad -la lluvia de millones de la lotería de Navidad habrá sentado muy bien a los del boicot a Catalunya-... Pero ahora mismo es mañana de día 23, hace frío, y cuesta además salir de la cama cuando se está desempleado y no hay gran cosa que hacer. Y no me gusta caer en las garras del agenda setting: quién quiera leer sobre SEAT o Evo Morales ya tiene rebelion.org o kaosenlared.net

Hace muchos años escribía balances anuales por esta fecha. Ocupaban unos 6 folios manuscritos por las dos caras y no dejaban de ser una perorata como esta, quizás mucho más desquiciada y con un surrealismo muy marcado. Existen todavía, por ahí perdidos, en alguna carpeta de mi madriguera.Incluso en ellos ponía la música que escuchaba, como si fuera un blog privado de acceso a muy, muy pocas personas.

Aprovecho para despedirme hasta el año que viene, pendiente de una llamada que llevo días sin recibir. He hallado una base de datos sobre los años ochenta que me ha fascinado, aunque casi toda sea de pago. Pero lo poco que se puede ver vale la pena. El que esto escribe, aunque fuera un polluelo por aquel entonces, absorbía televisión como un bobo, escuchaba las listas de éxitos y disfrutaba viendo programas musicales o el muy mítico Informe Semanal. Anoche quería escribir sobre el recrudecimiento de la Guerra Fría cultural en esa década de un Reagan loco y un bloque del este que, por contra, lanzaba iniciativas constantes por el desarme. He vuelto a otra disgresión, así que voy a centrarme. Vamos allá: yo no sé que he sacado del 2005, no sé que balance hacer. No voy a hacer un ataque contra las navidades, pero sí que nunca me gustaron estas fechas: suelen coincidir con ocasos personales. Poca cosa luego visto en perspectiva.

Hasta el año que viene: el que me acercará de forma definitiva a la crisis de los casi 30.

Escuchando: Tail Crush - New Bomb Turks

3 comentarios

zenia -

SALUDOS CARIBEÑOS.
Es curioso. Un cubano que vive en Estados Unidos a venido a pasar la navidad aquí, en casa de unos amigos suyos que viven frente a mi suegra. Me ha preguntado si tenemos música de Los Van Van.
Lo complacimos de lo lindo.
Salió al pasillo y se puso a basilar solo después de tomarse unas cervezas.
En su cuello cuelgan dos cadenas, no sé si es de oro, nunca lo he podido identificar, viste como los turistas, pero se comporta como un cubano. Cada loco con su tema.
Se chupó los dedos con un dulce de coco que hizo me suegra.
Que tenga un año feliz, y tú también.

mia -

¿No viene después de cada ocaso un nuevo amanecer?

SebastianDell -

Te acompaño hacia esa crisis, que voy por los 29. Tranquilo, que no te va a doler nada :)