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I Fought The Law

Felices días en Auschwitz

Un artículo para digerir bien el fin de semana. Saludos y feliz resistencia contra el IV Reich. 

Brutales medidas de los EE.UU. ante huelga de hambre de prisioneros en la Base de Guantánamo

Tim Golden - Publicado en The New York Times, el 9 de febrero de 2006

Las autoridades militares estadounidenses han tomado medidas más severas para alimentar por la fuerza a prisioneros que participan en huelgas de hambre en la Base de Guantánamo, Cuba, después de llegar a la conclusión de que algunos de los prisioneros estaban decididos a suicidarse en protesta por su confinamiento indefinido, dijeron funcionarios del ejército.

Los funcionarios declararon que en las recientes semanas los guardias han comenzado a amarrar a los prisioneros recalcitrantes con correas en “sillas de inmovilización”, en ocasiones durante horas, para alimentarlos por medio de tubos y evitar que luego vomiten intencionalmente. También han mantenido aislados durante largos periodos a aquellos prisioneros que se niegan a comer, de acuerdo con los funcionarios, en un intento por evitar que otros huelguistas los animen a continuar la huelga. Según parece, las medidas han tenido efectos drásticos. El principal vocero del ejército en Guantánamo, Teniente Coronel Jeremy M. Martin, dijo ayer que el número de prisioneros en huelga de hambre había disminuido de 84 a 4 a finales de diciembre.

Algunos funcionarios declararon que las nuevas medidas fueron muestras de que en Guantánamo y en el Pentágono había preocupación porque se estaba tornando difícil controlar las protestas y porque la muerte de uno o más prisioneros podría exacerbar la crítica internacional al centro de detención. El Teniente Coronel Martin expresó que la alimentación forzosa se realizó “de forma humana y compasiva” y solo cuando era necesario para mantener a los prisionero con vida. Dijo en una declaración que se estaba empleando “un sistema de inmovilización para facilitar la alimentación de los prisioneros”, pero se negó a responder preguntas sobre las sillas de inmovilización.

Algunos abogados que han visitado a sus clientes en las últimas semanas han calificado las recientes medidas, en especial el uso de la silla de inmovilización, de abusivas.

“Es obvio que el gobierno ha puesto fin a la huelga de hambre con el uso de la fuerza y por medio de las formas de tratamiento más brutales e inhumanas”, dijo Thomas B. Wilner, abogado de Shearman & Sterling, en Washington, quien la semana pasada visitó a los seis detenidos kuwaitíes que representa. “Es una vergüenza”.

Los abogados dijeron que otras de las medidas tomadas para disuadir a los huelguistas fueron ponerlos en celdas de aislamiento con aire acondicionado extremadamente frío, privarlos de “artículos de confort” como frazadas y libros y, en ocasiones, emplear soldados antimotines para obligar a los prisioneros a quedarse quietos mientras les introducían en el estómago largos tubos plásticos a través del conducto nasal.

 Funcionarios del ejército y del Departamento de Defensa negaron enérgicamente que estuvieran tomando medidas punitivas para poner fin a la huelga. Dijeron que ellos estaban conscientes de los problemas éticos derivados de la acción de alimentar a los prisioneros por la fuerza y que estos procedimientos se correspondían con los empleados en las prisiones federales de los Estados Unidos. Esas prisiones autorizan la alimentación por la fuerza de los huelguistas de hambre cuando está en peligro la vida o la salud del prisionero.

 “Hay una interrogante de carácter moral”, dijo en una entrevista el Subsecretario de Defensa para Asuntos de Salud, Dr. William Winkenwerder Jr. “¿Usted permite que alguien se suicide, o toma medidas para proteger la salud y preservar la vida de esa persona?”

El Dr. William Winkenwerder expresó que después de revisar la política de alimentación por la fuerza el pasado verano, los funcionarios del Pentágono llegaron a la elemental conclusión de que era ético no permitir que los prisioneros se suicidaran.

“En cualquier caso, el objetivo es proteger y preservar la vida de una persona”, afirmó.

Algunas asociaciones médicas internacionales y grupos de defensa de los derechos humanos, incluyendo a la Asociación Médica Mundial, se oponen a la alimentación por la fuerza de huelguistas de hambre y la califican como coercitiva.

Los defensores de los detenidos, aunque preocupados por lo que ellos afirmaron eran primeros informes de severo tratamiento a los huelguistas de hambre, en sentido general no se han opuesto a tales acciones cuando han sido necesarias para salvar la vida a sus clientes.

La prisión de Guantánamo, donde se mantienen alrededor de 500 prisioneros, ha sido escenario de periódicas huelgas de hambre, casi desde que fue abierta en enero de 2002 para recluir prisioneros extranjeros sospechosos de terrorismo. Al menos un detenido que estuvo en huelga de hambre por un periodo prolongado fue alimentado en contra se su voluntad a través de un tubo nasal en el 2002, dijeron funcionarios del ejército.

Las protestas se han intensificado desde el año pasado, lo que es una señal de lo que los abogados defensores describen como la creciente desesperación de los prisioneros. En un estudio dado a conocer ayer, dos de los abogados dijeron que documentos del Pentágono indicaban que los militares habían llegado a la conclusión de que solo el 45 porciento de los detenidos habían cometido alguna clase de acto hostil contra los Estados Unidos o sus aliados y que solo el 8 porciento eran combatientes de Al Qaeda.

Después que una docena de prisioneros comenzaron a sumarse a una huelga de hambre el pasado mes de junio, los médicos militares en Guantánamo solicitaron a funcionarios del Pentágono que revisaran su política para la alimentación en estos casos. Algunos funcionarios dijeron que alrededor de esa misma fecha el Departamento de Defensa comenzó también a desarrollar procedimientos referidos al posible suicidio de uno o más detenidos, que incluían cómo y dónde serían enterrados si sus países de origen se negaban a recibir sus restos.

“Esta solo es la realidad de la detención a largo plazo”, dijo un funcionario del Pentágono. “No importa si es en Leavenworth o en cualquier otra prisión militar. Siempre habrá que enfrentar este tipo de cosas.”

Funcionarios del ejército y abogados de los detenidos afirmaron que los motivos iniciales de los huelguistas de hambre han cambiado desde el pasado verano. En junio y julio, dijeron, los detenidos protestaban en mayor medida por sus condiciones de vida en Guantánamo.

Varios abogados dijeron que los funcionarios del ejército en Guantánamo habían negociado con un detenido saudí angloparlante, Shaker Aamer, que se piensa sea líder de los prisioneros, y que los detenidos han acordado poner fin a la huelga de hambre a cambio de varias concesiones.

Funcionarios del ejército negaron que tales negociaciones hayan tenido lugar. Pero tanto ellos como los abogados concordaron en que cuando se inició otra ola de huelgas de hambre a principios de agosto, los reclamos de los huelguistas se basaban más en el carácter indefinido de las detenciones y en que era más difícil para las autoridades hacer frente a estas huelgas.

El Teniente Coronel Martin declaró que el número de huelguistas alcanzó su cifra más alta, 131, alrededor del 11 de septiembre, pero añadió que no podía hacer conjeturas en cuanto al porqué, sino que solo podía señalar que “la huelga de hambre es una táctica de al Qaeda empleada para lograr la atención de los medios de difusión y también para que se ejerza presión sobre el gobierno estadounidense”.

Hasta ayer, los funcionarios de Guantánamo solo habían admitido haber inmovilizado por la fuerza a los detenidos para alimentarlos algunas veces. En esos casos, dijeron los funcionarios, los médicos han inmovilizado a los detenidos en camas del hospital utilizando correas Velcro.

Dos funcionarios del ejército, que insistieron en que se les mantuviera en el anonimato porque no estaban autorizados a discutir el asunto, dijeron que el uso de sillas de inmovilización se inició al descubrirse que algunos huelguistas de hambre vomitaban intencionalmente en sus celdas después de ser alimentados a través de tubos y que su salud se tornaba cada vez más precaria.

El fabricante de la llamada Silla de Inmovilización para Emergencias, Tom Hogan, dijo en una entrevista telefónica que su pequeña compañía radicada en Iowa embarcó hacia Guantánamo 5 sillas por un precio de $1 150 cada una, el 5 de diciembre y 20 más hacia una dirección postal del ejército en Virginia el 10 de enero. El señor Hogan dijo que las sillas se usaban comúnmente en cárceles, prisiones y hospitales psiquiátricos para controlar prisioneros y pacientes violentos.

El señor Hogan declaró que no sabía cómo las usaban en Guantánamo y que los representantes del ejército no le habían preguntado cómo usarlas.

Los abogados de los detenidos dijeron que creían que el enfoque más severo a las huelgas de hambre estaba relacionado con la aprobación en el Congreso de una medida destinada a restringir el acceso de los detenidos a los tribunales de los Estados Unidos.

Los tribunales federales de primera instancia han dejado a un lado la mayoría de las peticiones de los abogados sobre el tratamiento de los detenidos hasta que se hayan resuelto asuntos sobre la aplicación de la medida.

“Debido a las acciones en el Congreso, el ejército se siente envalentonado para tomar medidas más severas con respecto a los huelguistas de hambre”, dijo uno de los abogados, Sarah Havens, de Allen & Overy. “Los tribunales ahora se mantendrán al margen.”

El señor Wilner, quien fue uno de los primeros abogados en aceptar clientes en Guantánamo y los representó en un caso en el 2004 ante el Tribunal Supremo, declaró que un detenido kuwaití, Fawzi al-Odah, le dijo la semana pasada que alrededor del 20 de diciembre los guardias comenzaron a quitarles a los huelguistas artículos como zapatos, toallas y cobijas.

El señor Odah también dijo que las pastillas que se habían estado distribuyendo para aliviar las molestias en la garganta a los huelguitas habían desaparecido y que la fórmula líquida que les estaban dando estaba mezclada con otros ingredientes para provocarles diarrea, expresó el señor Wilner.

El 9 de marzo, el señor Odah dijo a sus abogados que un oficial le leyó lo que él describió como una orden del Comandante de Guantánamo, General de Brigada del Ejército Jay W. Hood, en la que se decía que los huelguistas de hambre que se negaran a tomar su fórmula líquida voluntariamente serían amarrados a sillas metálicas y alimentados a través de tubos.

El señor Odah dijo que escuchó “gritos de dolor” de un huelguista en la celda contigua cuando le introducían un grueso tubo en la nariz. Ante la insistencia del otro detenido, el señor Odah comunicó a sus abogados que planeaba poner fin a su huelga de hambre al día siguiente.

Otro abogado, Joshua Colangelo-Bryan, dijo que uno de sus tres clientes bahreiníes, Jum’ah al-Dossari, le comunicó hace alrededor de 10 días que más de la mitad de un grupo de 34 prisioneros en huelga de hambre por un prolongado periodo habían abandonado su protesta después de haber sido amarrados en sillas de inmovilización y de habérseles introducido y retirado sus tubos de alimentación con tanta violencia que algunos sangraron o se desmayaron.

“Dijo que algunas veces durante este proceso de alimentación forzada se les administraba mucha comida intencionalmente, lo que causaba diarreas y, en algunos casos, provocaba que los detenidos se defecaran encima”, añadió el señor Colangelo-Bryan. “Jum’ah sabe que los oficiales le dijeron a los huelguistas que si desafiaban a los Estados Unidos, los Estados Unidos responderían al desafío haciendo uso de estas tácticas.”

Escuchando: Felices días en Auschwitz - Interterror

4 comentarios

supra footwear -

Life find its wealth by the claims of the world, and its worth by the claims of love.

librodearena -

Coño, ¿y luego soy yo quien distorsiona la información? jajajaja
Me parece que no es tan "touché"... Si lo dice la independiente Cubanet entonces rectifico, no me creo nada, jaja, mira, menos credibilidad todavía...

el autor -

Sí, lo saqué de cubadebate.cu, obvié esa fuente para que no se me acusara o de "progre" o de "totalitario" y puse la del NY Times a posta.
Touché.

librodearena -

Lamentable, un ejemplo de violación de los Derechos Humanos en un país que dice defender la Libertad. De todas formas me quedo con un par de detalles: el artículo lo Publica el NY Times. El otro detalle lo he observado en el Granma. Cero noticias sobre Guillermo Fariñas. Ante esto e introducido su nombre en el buscado de la web aparece el siguiente mensaje: No matches were found for 'guillermo and fariñas'