Naked in the front of the computer
Domingo día 21. Esa mañana dos actos reivindicativos, casi simultáneos, se dieron cita en las calles de Barcelona. Por un lado, diferentes sindicatos de clase, organizaciones sociales y políticas, y trabajadores de empresas en luchas unen sus esfuerzos para mostrar, visualizar, sus situaciones concretas. Con matices, con sus características, pero unidos. Dos millares de manifestantes unidos reuniendo parte importante del movimiento obrero más combativo de Catalunya.
Por otro lado, unos cincuenta activistas de los derechos de los animales escenifican desnudos en una céntrica plaza una especie de cementerio lleno de cadáveres de las especies que se usan de manera masiva para fabricar abrigos de lujo y otras prendas que sólo gastan las clases altísimas.
¿Es necesario explicar cual fue la cobertura mediática de ambos acontecimientos? Creo que no, pero practicaremos la redundancia. Como es obvio, los defensores de los derechos de los animales –de los que no desprecio, ni mucho menos, su causa- coparon segundos en las televisiones, comentarios en alguna que otra tertulia, y incluso alguna que otra portada de diario. La manifestación obrera, por su parte, obtuvo algún breve de diario. Y nada más.
Nos educaron bien en la facultad. Nos dejaron muy claro como discernir entre lo noticiable y lo que no lo es. Entre el interés público y el interés del público. Y ayer lunes se hizo notar. Encontrarse un Spencer Tunnick reivindicativo en la calle es notorio, y carne de portada. Los ruidosos, olorientos, y cabreados curritos, que siempre se están quejando en vez de trabajar, es más de lo mismo. Teletipo al cubo de la basura.
Hoy en día la clandestinidad política y sindical existe: se llama invisibilidad mediática. Y en una sociedad tan basada en el impacto de la imagen, del espectáculo, es básico saber romper esas barreras. Qué mal nos tratan los media a los currantes. Proletarios del mundo: la próxima vez, despelotémosnos. En un sentido físico, en el otro ya sabemos que siempre lo hemos estado.
Escuchando: Like a Hurricane- Neil Young
2 comentarios
Zenia -
Una a una hay que dejar a la vista sus maquinaciones.
Lo mismo ocurre con la mirada a Latinoamérica.
Ahora asustan: ahì viene el coco, con el eje del mal, al que un periodista le ha llamado la "cofradìa de la esperanza".
Amigo Gagarin -