Fight war, not wars
Vaya. El intelectual comprometido de orden que ahora habla por la tele es interrogado acerca de la presencia de tropas españolas en Afganistán. El intelectual comprometido de orden dice que sí, dado que según su espíritu comprometido y crítico, si el ministro dice que van de paz, es que van de paz. Y si además la ONU dice que guai, pues es guai. Obviamos la OTAN, y justificamos un poquito más, es que ahí están los talibanes, asumiendo al ciento por ciento la ideología de la guerra contra el terror, el sustitutivo posmoderno de la guerra fría.
Cualquier especialista desideologizado y tecnocrático en relaciones internacionales y geopolítica te podría explicar, señor comprometido, que en efecto la cuestión radica en posiciones estratégicas norteamericanas en oriente medio y hacia Rusia, China, y la India, aparte de garantizar riquezas naturales, oleoductos y otras mandangas.
Por su lado, cualquier especialista en propaganda, tanto progre como liberal, asumirá en este aspecto la ideología del eje del mal. Y es que si no hay talibanes en Afganistán no habrá terrorismo. Propaganda. Palabras vacías. Nuestro presidente se ha rodeado de muy buenos asesores de imagen, y gobierna a golpe de titulares. Conoce muy bien qué toca la fibra sensible del votante izquierdista español. Aunque luego dé gato por liebre y venda humo, ejemplos hay muchos. Y Afganistán no vende, al igual que tampoco vende Balcanes, o otras ocupaciones militares que realizamos bajo mando OTAN. Hasta ahora.
Ha sido ahora que una soldado española ha fallecido victima de la explosión de una mina. Mejor no preguntemos por su fabricación, que igual nos llevaríamos un susto. El caso es que, a pesar de que en mi interior ha salido el haber desertado, haber buscado otro empleo, lo cierto es que a la hora de la verdad la carne y la sangre la ponen otros. Y eso también toca fibras.
Ha sido ahora que los tertulianos, intelectuales orgánicos, y propagandistas liberales o progres se han puesto de acuerdo en afirmar que estamos en son de paz, retirada de qué, aunque aprovechan para decirse que de Iraq qué, sí de Iraq tu qué. Tú retiraste, tú apoyaste. Hay que mantener el circo.
Pero ha sido ahora cuando he podido ver al geopolítico aséptico, al especialista en relaciones internacionales, afirmando en su tecnocrática columna explicando que ahí no hacemos nada, solo cumplir intereses económicos y estratégicos de otras potencias. Y es un respiro, oiga.
Hace casi una década, Le Monde Diplomatique comenzó a difundir el concepto Pensamiento Único, como descripción de una ideología y praxis que, salvo matices, propone y aplica un proyecto de sociedad conforme a los esquemas del capitalismo globalizado. Cierto gran partido de la oposición lo abrazó en su momento, desde algunos de sus voceros intelectuales, como arma erosionadora. Ahora que ellos en la praxis son partes del Pensamiento ünico, parece que este concepto haya desaparecido del léxico de la esfera pública. Y el tema está en si dejamos morir a Iñaki de Juana en el talego o en su casa. Mientras tanto, el conflicto social desaparece de los rayos catódicos.
Malos tiempos para la lírica, Flanagan.
Escuchando: Senor Peligro - Ministry
2 comentarios
Salazar -
J.J. -
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