P.R.E.S.S.
Papa cuéntame otra vez, esa historia de Anguita y Victor Rios bebiendo sangre y comiendo niños...
Por qué odio a Rodolfo Serrano
Al final, la ola bloguera ha llegado tan extremadamente lejos que incluso las personas que menos imaginaríamos tienen su bitácora, mas o menos viva o moribunda, en línea. Y ha sido en uno de estos juegos con el todopoderoso buscador que hallé una de mis firmas favoritas periodísticas en los tres últimos lustros. Me refiero a Rodolfo Serrano , periodista político en El País, progenitor de un famoso cantautor, y escritor ocasional de ensayo político.
Al tipo no se le ve muy sano, afirma que está medio retirado a sus ¡59! años, posiblemente medrando a costa de alguna gran redacción que no le encarga ningún trabajo. Entre sus opiniones me ha llamado la atención, por surrealista, una: su queja ante la marginación mediática de Izquierda Unida en estas próximas elecciones.
Quizás convencido de aquello de que “es mejor que hablen de uno aunque sea para mal” precisaría que este señor se dedicó a disparar e insultar a Izquierda Unida desde sus artículos, en un tono que sonrojaría a cual deontólogo de la profesión, durante toda la segunda mitad de la década de los noventa. Justo coincidió con la época de mayor crecimiento institucional de IU, de mayor visualización, y de mayor valoración de su líder frente a otros adversarios. Justo en ese momento, el señor Serrano desde su tribuna se dedicó a amplificar las críticas, a despreciar a dicha fuerza política, y a tratarla como no se merecía, hasta dejar una imagen lamentable de ella en lo que es -desgraciadamente- el considerado diario de la progresía española.
Estoy incluso convencido que sus textos tuvieron algo que ver en los infartos del Califa de Córdoba. Los suyos, y los de Javier Pradera, los de Antonio Elorza, y los de otros tantos que, como si de actuales redactores de Libertad Digital se trataran, comenzaron a hablar de checas, purgas, depuraciones, gulags y Stalin en cada ocasión que se mentaba a Julio Anguita.
Cautivo, desarmado, y mediáticamente destrozado al sujeto utilizado como materia informativa, Rodolfo es sustituido por un más neutro Carlos Cué. Y ahora no deja de ser irónico que el inquisidor máximo de IU en El País lamente que este diario no le dedique apenas medios para seguir su campaña. Pues claro, ¿qué se espera? Su relevancia institucional es mínima, según parámetros cuantitativos, y no merece esa atención. Además, ¿a qué viene esa añoranza? Melancolía, melancolía de aquellos años en que se comportaba como un auténtico talibán del anticomunismo. El trabajo sucio ya está hecho, y ahora Rodolfo vive casi retirado, ajeno a la primera línea de la tinta, los teléfonos, las imprentas, y los jefes de redacción. Creo que nunca como en este caso fue tan cierta esa frase de “Roma no paga traidores”. Y encima va de progre y edita libros sobre la ética periodística. Madre de Dios, Rodolfo: púdrete en el infierno.
Escuchando: Fuckin Up - Neil Young
9 comentarios
Creative Recreation -
Palanganero -
Verónica -
VIVA RODOLFO SERRANO!!!
VIVA ISMAEL SERRANO!!!
Joaquín Sabina -
Joaquín //porelamordeunamina.blogspot.com
Bambu -
lipe -
Jordi -
Por desgracia los vencedores escriben la historia. Llegaremos a oir como nuestros bisnietos le piden a sus padres historias de comunistas antes de irse a dormir?
canserra -
No sé si su hijo piensa lo mismo que el padre, me gustaría pensar que no.
Salú!
marianosuperstar -
Bien hecho.